Hemos iniciado la segunda quincena de enero de 2020 y, como siempre, aunque un poco tardío, nos gustaría hacer balance de lo que ha sido el año anterior y avanzar qué podemos esperar del nuevo año que ha empezado a correr.
Es justo realizar este análisis desde un punto de vista frío y sin ningún tipo de influencia sentimental o tinte de opinión.
La única forma de realizar el ejercicio es poner encima de la mesa datos numéricos comparativos entre diferentes años y observar tendencias para comprobar cuál es el estado de salud de los proyectos blockchain públicos.
La referencia para este tipo de ejercicios será la más relevante y la que, teóricamente, marca la tendencia del resto que la siguen, así que, como ya todo el mundo habrá intuido, utilizaremos al bitcoin. Hay un dato que sí creo que es reseñable en este ejercicio que voy a hacer y es que no es extensible al resto de proyectos públicos del resto de criptomonedas. Disponibles en exchanges hay cerca de 3.000 criptomonedas, aunque en realidad el número sería mucho mayor si consideramos al resto que se mantienen con financiación privada o simplemente realizaron ICO’s en aquellos tiempos gloriosos y decidieron no aparecer en ningún operador de intercambio.
Las proyecciones o tendencias del bitcoin no son extensibles en el resto, aunque es evidente que si este sube, se produce un efecto dominó en el resto de las Altcoins principales.
El análisis contemplará la tendencia en los últimos 3 años (hay que tener en cuenta que la antigüedad de bitcoin es de sólo 10 años) y la visión interanual respecto al año anterior.
Como en cualquier tecnología emergente no sirven los indicadores clásicos, por tanto, vamos a utilizar dos que consisten en el número de carteras existentes del proyecto que viene a indicar el nivel de aceptación o asimilación del proyecto en el mercado (aunque no es fiable al 100%, ya que no mide el número de usuarios diferentes con una cartera del proyecto sino únicamente su número global), y por otro lado, el valor unitario por cada token del proyecto. Este ultimo indicador tiene una mayor fiabilidad, aunque todos somos conscientes de que la volatilidad de este universo es exponencial, ya que en el mundo cripto es pura ley de oferta y demanda sin ningún tipo de afectación externa como si ocurre en el mundo de la economía tradicional, que está influenciado en función de las políticas económicas de los bancos centrales.
Evolución del precio de bitcoin (Visión interanual)
Al cierre del ejercicio 2019 cada bitcoin cotizaba en 7.182 dólares. La variación interanual se situó en un 85% de incremento del valor.
El valor mínimo del año fue el 6 de febrero, con 3.393 dólares, mientras que el punto máximo alcanzado en la cotización fue el 26 de junio, en los 12.907 dólares.
Evolución del precio del bitcoin (visión tendencia a 3 años)
El cierre del ejercicio 2016 se efectuó en 960,47 dólares. Respecto al cierre del año 2019, la variación de la tendencia de precio ha sido de 648% de incremento de valor.
El valor mínimo de los 3 años fue el 11 de enero del 2017, con 775,98 dólares, mientras que el punto máximo alcanzado en la cotización fue el 16 de diciembre del 2017, con 19.343 dólares.
Si sólo tenemos en cuenta el indicador de variación de precios podemos concluir rápidamente que el nivel de salud de bitcoin en este aspecto es pletórico. Tanto desde el punto de vista interanual como de tendencia en los últimos 3 años: el aspecto que presenta es alcista y de crecimiento continuo y sostenido.
Evolución del número de direcciones únicas de bitcoin (visión Interanual)
El cierre del 2019 se situó con 44.456.197 de direcciones únicas del bitcoin. Es destacable volver a insistir que no se trata de un valor que indique que es unitario sino que un cliente puede tener ‘n’ direcciones de bitcoin en su wallet.
Al inicio del 2019 existían 31.906.385, por lo que la variación interanual fue del 39,3% de incremento. Si observamos la tendencia de crecimiento de los últimos 3 años nos encontramos con los siguientes datos:
1. Tendencia año 2017 + 95%
2. Tendencia año 2018 +67%
3. Tendencia año 2019 +39,3%
Teniendo en cuenta la tendencia de crecimiento de bitcoin, se observa que el crecimiento o aceptación de este producto en la población en general está mostrando claros síntomas de agotamiento, y a pesar de que sigue creciendo a un ritmo de 2 dígitos, indica que el recorrido o empuje actual se está desacelerando a un ritmo importante.
Como decía al inicio de este artículo, ‘hoy solo toca’ efectuar un análisis subjetivo del nivel de salud de bitcoin como principal estandarte de los proyectos públicos de blockchain.
Teniendo en cuenta estos, podemos concluir que a pesar de los vaivenes ‘frívolos’, por definirlo de alguna manera, del precio de bitcoin, este se mantiene en una posición temporal de fuerte crecimiento, aunque si que es necesario admitir que el precio a futuro cercano está muy sujeto a varios factores externos que consolidarán su precio. Los factores a los cuales hago mención son el de la regulación de las criptomonedas a nivel mundial, que sigue siendo la gran asignatura pendiente, el éxito de proyectos como Libra de Facebook (NASDAQ:FB) o el avance y consolidación de la fundación de las monedas criptográficas a nivel de país.
Desde el punto de vista de aceptación por la sociedad, y por tanto, creación de mayor número de direcciones en las wallets de los usuarios, sigue mostrando un crecimiento sostenido en el tiempo pero con síntomas de fatiga. La mejor medicina para contrarrestar esta sintomatología es el avance e implantación del uso de este tipo de medio de pago en la población en general.
El año 2020 se presenta como un año donde tendremos la confirmación o no del lanzamiento de la autorización de Libra en los mercados mundiales, así como la aparición de las primeras monedas cripto bajo modelo ‘stable coin’ a nivel de país, como hechos más relevantes que marcarán el modelo de crecimiento de su futuro inmediato.
Tengo mis dudas de que este año se convierta en el año del punto de inflexión, aunque estos dos eventos mencionados anteriormente pueden ser la gran referencia del futuro de los proyectos públicos de Blockchain.