Recientemente, hemos asistido a una corrección de la cotización del Bitcoin. Estos movimientos de la última semana responden a operativa de corto plazo, con incremento del volumen ejecutado por especuladores, caída del sentimiento inversor (de zona de cierta euforia hasta cierta neutralidad actual), reducción del volumen de institucionales en el mercado de futuros y caída en el ecosistema DeFi. En principio, los fundamentales de BTC no han cambiado ni entrado en fase negativa.
Lo que hemos visto es una corrección normal en términos de precios, con soporte inicial en los 9.800 dólares. Consideramos como escenario más probable el desplegar una zona de cierta consolidación marcada por el rango 9.800-11.000 dólares. Una entrada a los precios actuales debería contar con el stop obligatorio en los 8.300 y objetivo de precios en la zona de máximos históricos pues, de otra forma, esta operativa carecería de sentido financiero.
A la hora de analizar el comportamiento del bitcoin (BTC), existen distintas aproximaciones para intentar entender los movimientos de su cotización. A las técnicas de estudio del precio, se le pueden incorporar variables fundamentales que básicamente, intentan identificar quién lo está comprando o vendiendo, el uso que ese activo tiene, la cantidad de direcciones involucradas en su operativa, cómo se utiliza la red que lo soporta, la actividad en el mercado de derivados, situación del entorno DeFi y otras métricas encaminadas a estudiar el grado de adopción y el sentimiento dominante.
Por primera vez en la historia, este tipo de instrumentos permiten, gracias a la tecnología sobre la que soportan, acceder a esa información. Así como no podemos saber cuántos inversores han comprado Tesla (NASDAQ:TSLA) o Apple (NASDAQ:AAPL), ni el precio de adquisición, ni el tiempo que hace que los incorporaron en su cartera, gracias a la Blockchain donde se realizan las operaciones de los criptoactivos, todo eso es trazable y, en consecuencia, permite obtener esa información de vital importancia para entender lo que puede estar sucediendo.
Análisis fundamental (gráficos vía Intotheblock.com)
Direcciones. Muestran el comportamiento del inversor. El número de direcciones activas no ha dejado de crecer en los últimos meses y presenta divergencias con respecto al precio. Así mismo, el número de direcciones nuevas aumenta en lo que llevamos de año.
Si analizamos ahora el tiempo de permanencia de estos BTC, observamos que el número de direcciones que mantienen más de 1 año las posiciones está subiendo; el de los inversores entre 1 y 12 meses se ha reducido desde el mes de abril. Y, por último, los traders o especuladores de más corto plazo que subieron en julio y agosto, han empezado a reducir sus posiciones.
Otras divergencias pueden observarse con respecto al volumen transferido en la red o la tasa Hashrate. Ambas variables se han incrementado en las últimas semanas, y no han demostrado debilidad a nivel de precios.
Toda esta información, nos puede estar indicando que, desde este punto de vista, los movimientos de esta última semana obedecen a un comportamiento especulativo originado por trading de corto plazo y que las caídas de precios siguen siendo aprovechadas por aquellos inversores de más largo plazo.
Derivados (gráficos vía Skew.com)
La actividad en el mercado de opciones y futuros también debe ser siempre analizada pues, dado el volumen negociado y el tipo de inversor involucrado en la operativa, puede dar una información muy valiosa a tener en cuenta. El primero de los datos a observar viene del lado del volumen e interés abierto. En función del tipo de mercado podremos intuir además, si es un inversor mas institucional (CME) o más profesional oportunista. Tras los fuertes aumentos de agosto, el mes de septiembre empezó con caídas de volumen que, a medida que los precios se han aproximado a los 10.000 dólares, han empezado a remitir.
Análisis técnico (gráficos vía eToro)
El estudio de los precios es también importante de cara a saber dónde estamos y cuáles son los niveles clave. Actualmente, observamos lo que parece ser un “pull back” que, en principio, no debería llevarnos a perder la zona de los 9.800 dólares. Por abajo, el siguiente nivel de soporte pasa por los 8.800 primero y los 8.300 como última zona de control.
Un inversor que decida abrir largos en estos niveles debe hacerlo bajo un control total del riesgo y sabiendo que, como opción más probable, el BTC puede pasar a desplegar una zona de consolidación entre los 9.800 y los 11.000. Eso sí, siendo conscientes de que el soporte último está en los 8.300 dólares, el objetivo de precios alcista no son los 12.000, sino la zona de máximos en los 20.000 dólares. Abrir largos sin esa idea carecería de sentido pues, la ratio rentabilidad/riesgo no compensaría (no podemos estar dispuestos a perder 2.000, si el precio va al soporte de los 8.300, para ganar 2.000 si el precio se va a los 12.000 dólares).
Por otra parte, en lo que se refiere al sentimiento inversor, podemos observar cómo la caída del indicador en agosto ha coincidido con la caída de precios pero que, llegado a los niveles actuales, parece entrar en zona de estabilidad.
Adicionalmente , las Defi, o finanzas descentralizadas, han cobrado importancia muy relevante en los últimos meses. Actualmente y tras una explosión meteórica del volumen ahí concentrado, el mes de septiembre se inició con descensos coincidentes con las caídas de precios de muchos Altcoins.
Conclusión
En definitiva, como señalábamos al principio, los últimos movimientos responden más a operaciones especulativas, mientras que los fundamentales permanecen, en principio, sólidos.
No olvide que este tipo de instrumentos no es recomendable para aquellos inversores que no cuenten con el conocimiento y juicio necesario. La alta volatilidad, la novedad del ecosistema y la fuerte especulación puede generar altas pérdidas.