En las últimas semanas, las acciones de Boeing (NYSE:BA) han dado señales de vida. Después de caer por debajo de los 100 dólares a mitad de marzo, el stock del mayor fabricante de aviones del mundo ha aumentado un 50% en los últimos tres meses. Cerró ayer a 187,91 dólares, casi un 4% durante la sesión de Nueva York.
¿Este rebote sugiere que lo peor ha pasado ya para el fabricante de aviones? ¿Sería entonces el momento adecuado para apostar por la compañía, antaño ojito derecho del mercado?
Para ser sincero, y dada la gran cantidad de problemas a los que se enfrenta Boeing actualmente, nuestra respuesta, en este punto, se basa más en conjeturas que en una decisión de inversión informada. Pero hay suficientes señales disponibles para trabajar a través de las posibilidades.
Primero, es prudente señalar lo que podría socavar el plan de reactivación de Boeing este año, a raíz de que su capitalización de mercado se ha reducido a más de la mitad desde febrero de 2019. El mayor riesgo sigue siendo la pandemia, que continúa obstaculizando la reanudación de la normalidad en los viajes aéreos.
Un escenario en el que no se logre encontrar cura o tratamiento para el coronavirus podría obligar a muchas aerolíneas a declararse en bancarrota, lo que provocaría el incumplimiento de cualquier compromiso de compra de aviones Boeing. Tal como están las cosas ahora, se espera que las aerolíneas no vuelvan a obtener ganancias hasta 2022, como muy pronto, según las estimaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
A pesar del reciente aumento en los viajeros que regresan a los cielos, la cantidad de personas que pasan por los aeropuertos de EE.UU. ha sido cerca de un 80% menor que en el mismo período del año pasado, según datos federales.
Boeing se ha visto muy afectado por el colapso de los viajes aéreos, con un neto de menos 615 pedidos para su jet 737 MAX este año como resultado de cancelaciones. La compañía está más enfocada en modelos de cuerpo ancho utilizados en rutas internacionales, un segmento que se espera que tarde aún más en recuperarse.
Pero los fabricantes de aviones no operan con comisiones mensuales. Su cartera de pedidos generalmente se extiende durante muchos años. Los pedidos pendientes de Boeing, a pesar de la cancelación, siguen en pie en casi 4.800, lo que representa unos 6 años de producción.
"La prueba de fuego llegará el próximo año, cuando las aerolíneas puedan evaluar adecuadamente si cancelan las entregas a más largo plazo para las cuales han pagado menos por adelantado", según un informe reciente de The Wall Street Journal. "Sin embargo, la mayor amenaza para los retrasos fue la quiebra masiva de las aerolíneas, que los gobiernos han evitado con ayuda estatal".
MAX levanta el vuelo
Boeing puede recuperar parte del brillo perdido si la compañía puede afinar la autorización de su buque insignia 737 MAX para volver a operar después de dos accidentes mortales de 2019. Las últimas noticias en este frente finalmente muestran algunos indicios positivos.
La semana pasada, los reguladores de la FAA de EE.UU. comenzaron a probar los sistemas revisados de control de vuelo del avión 737 MAX, sentando las bases para el posible regreso del avión a servicio a finales de este año. Las pruebas concluyeron un hito importante en la evaluación de la seguridad de la aeronave en tierra, dijo la Administración Federal de Aviación en un comunicado.
"Durante tres días de pruebas esta semana, los pilotos e ingenieros de la FAA evaluaron los cambios propuestos por Boeing en relación con el sistema automatizado de control de vuelo en el avión", dijo la agencia en el comunicado.
Pero nada está garantizado. También están programadas revisiones adicionales de preparación operativa para esta semana. Según un informe en Bloomberg, hay muchos pasos que deben completarse antes de que Boeing obtenga la luz verde para que el avión vuelva a transportar pasajeros. Según el informe:
“[La] FAA, junto con sus homólogos en otras naciones, debe aprobar nuevos estándares de capacitación de pilotos. Un panel externo de expertos en aviación está revisando las correcciones al avión. Y la FAA tiene que publicar nuevas regulaciones que exijan varios cambios en el software, el cableado y otros sistemas".
Incluso si el avión MAX obtiene todas las aprobaciones necesarias para volar de nuevo, su contribución a los flujos de efectivo de Boeing depende en gran medida de la capacidad de la industria para reanudar las operaciones normales tras la pandemia. El cuándo y cómo sigue siendo una pregunta abierta en este momento.
De hecho, las acciones de Boeing han quemado a muchos inversores durante el último año, después de que parecía que la compañía había vuelto al camino de la recuperación, solo para ser golpeada por sorpresas negativas adicionales.
Como tal, los analistas están divididos sobre el futuro del gigante de la aviación. De los 25 analistas que cubren sus acciones, 14 le han otorgado una calificación de compra, mientras que 11 recomiendan vender. El precio objetivo promedio de 12 meses para las acciones de Boeing es de alrededor de 174 dólares.
Telón de fondo
Las acciones de Boeing parecen estar reafirmándose después de una caída masiva esta primavera. Es probable que esa estabilidad refleje signos de recuperación del tráfico aéreo y el acceso de la compañía a la liquidez.
Dados los desarrollos positivos actuales, también está claro que Boeing está en el largo camino hacia la recuperación, aunque el cambio no será rápido. Quizás entonces, esperar detrás de la barrera sigue siendo la mejor estrategia.