Instituciones financieras, empresas energéticas y organizaciones centradas en la energía de todo el mundo ajustan actualmente las previsiones de demanda de petróleo para 2020, en vista de la continua propagación mundial del coronavirus y sus consecuencias económicas potencialmente devastadoras.
Según Rystad Energy, para abril, la demanda mundial podría desplomarse más de 11 millones de barriles al día, mientras que la empresa de comercialización de productos petroleros Trafigura predice un descenso de la demanda de 10 millones de barriles al día a corto plazo. Para 2020, la demanda de petróleo proyectada por la Agencia Internacional de la Energía podría descender en 730.000 barriles al día, mientras que JP Morgan (NYSE:JPM) estima la caída en 750.000 barriles al día.
Las expectativas de demanda proporcionadas por estas instituciones ya habían sido drásticamente ajustadas a partir de cifras anteriores y seguirán cambiando a medida que avance el impacto del coronavirus. En este momento de gran imprevisibilidad, es útil tener en cuenta lo que impulsa las previsiones de demanda. Entendiendo las señales positivas y negativas para la demanda de petróleo, los traders pueden ajustar sus propias evaluaciones en consecuencia.
Éstos son algunos de los posibles mejores y peores escenarios para la demanda de petróleo:
Peores escenarios
Una o más de las siguientes señales negativas podrían reproducirse. Cada una es independiente de las demás.
1. El Covid-19 y los consiguientes aislamientos siguen asolando las economías durante meses y limitando el transporte a nivel mundial.
2. Tras amainar, el virus vuelve con la misma fuerza varios meses después, al igual que sucediera con la gripe española en el otoño de 1918.
3. Arabia Saudí, que se comprometió a producir más petróleo y a exportar más de sus reservas de la materia prima a precios bajos, lo hizo antes de identificar a los clientes y ahora es incapaz de encontrar compradores para todo su petróleo.
4. China decide seguir disminuyendo sus importaciones de petróleo, tanto de Rusia como de Arabia Saudí, y se niega a cumplir su compromiso de comprar productos energéticos estadounidenses en el marco de la fase uno del acuerdo comercial.
5. La población mundial sigue temiendo a la enfermedad, y los viajes aéreos no se reanudan de forma significativa en 2020.
6. Los países mantienen sus fronteras cerradas.
7. Una recesión o depresión severa se apodera de la economía mundial, creando un desplazamiento de activos sin precedentes que impide una recuperación rápida.
Mejores escenarios
Una o más de las siguientes señales positivas podrían reproducirse. Cada una es independiente de las demás.
1. China sale de su crisis y aprovecha el petróleo barato para llenar sus instalaciones de reserva existentes.
2. Arabia Saudí ya tiene clientes asignados para la avalancha de petróleo que Aramco (SE:SE:2222) está lanzando al mercado a precios rebajados.
3. China, la India y otros importadores construyen rápidamente más capacidad de almacenamiento para comprar más petróleo a los precios bajos actuales.
4. Estados Unidos llena su Reserva Estratégica de Petróleo con petróleo estadounidense a precios de ganga como indicaba la semana pasada el presidente Trump.
5. El virus desaparece, tal vez debido a la subida de las temperaturas en el hemisferio norte, y no se repite de forma significativa en otoño.
6. Los viajeros por trabajo y por placer vencen al miedo y aprovechan los bajos precios para reservar viajes.
7. Estados Unidos, China, Europa y otras economías con dinero en efectivo o acceso al capital establecen generosos planes de estímulo para impulsar sus economías.
8. La recesión que se avecina no se basa en las debilidades económicas fundamentales de la economía mundial y el repunte es rápido y sólido.
En conclusión
Nadie puede predecir con precisión el futuro. Por ejemplo: ¿quién predijo en noviembre que estallaría una pandemia mundial?
En vez de eso, considere los factores positivos y negativos que impulsan la demanda de petróleo según se desarrollan los acontecimientos. Además, considere cómo podría cambiar la disponibilidad del suministro. Arabia Saudí y Rusia podrían alterar sus políticas, por ejemplo, o podría descender la producción estadounidense por varias razones.
¿La realidad? Es probable que veamos elementos correspondientes a los peores y a los mejores escenarios. El quasibloqueo de grandes áreas de la economía mundial durante las últimas semanas no tiene precedentes, lo que hace que sea aún más improbable hacer predicciones precisas.