Después de que los precios del petróleo cayeran en picado la semana pasada tras conocerse que la OPEP y Rusia han empezado a aumentar su producción en un 1 millón de barriles al día; los grandes productores de petróleo parecen ahora estar dando marcha atrás, o al menos enviando mensajes dispares. Este tipo de postura probablemente está dirigida a evitar los vaivenes de los precios que el mercado experimentó hace diez días y no debe interpretarse como una señal firme de lo que la OPEP va o no va a hacer en Viena el 22 y 23 de junio.
Arabia Saudí, Kuwait, Omán y los Emiratos Árabes Unidos se reunieron "extraoficialmente" en Kuwait este fin de semana. Los ministros del ramo se abstuvieron de decir nada sobre el debate salvo algún vago comentario sobre mantener su "cooperación actual y [continuar] con el fructífero esfuerzo realizado por los países participantes". La mayoría de los observadores de la OPEP interpretaría esta declaración como una señal de que los actores del Golfo Pérsico no apoyan un aumento de la producción de petróleo en la próxima reunión de la OPEP.
Sin embargo, los ministros completaron esta declaración con un llamamiento a "mantener la actual asociación para ir adaptándose continuamente a la dinámica del mercado actual en pos de los intereses de los consumidores y productores". Esta declaración indica que los productores del Golfo están, de hecho, abiertos a aumentar la producción como indican las condiciones del mercado. El mercado del petróleo cada vez está más ajustado a medida que sigue desplomándose la producción de petróleo de Venezuela, cada vez más refinerías de todo el mundo anuncian sus planes de detener su compra de petróleo iraní, y el petróleo de Estados Unidos sigue enfrentándose a cuellos de botella en Texas y Dakota del Norte.
Por último, los ministros subrayan que los niveles de inversión en proyectos de petróleo todavía no han vuelto a los niveles necesarios para prever la futura demanda. Arabia Saudí en particular ha subrayado este punto de referencia como clave para la recuperación del mercado petrolero tras desplomarse el precio en 2015.
Esto es realmente un referente insignificante para que los ministros confíen. El problema con el uso de los gastos de capital y la inversión como punto de referencia es que este nivel de precio es diferente para cada empresa. De hecho, algunas empresas petroleras como Royal Dutch Shell (NYSE:RDSa), por ejemplo, han alterado drásticamente sus estrategias de gasto e inversión y podrían no invertir nunca más en el tipo de proyectos de petróleo enormes que solían ser el sello distintivo de las compañías petroleras internacionales más importantes.
Incluso con el aumento de beneficios derivado de los elevados precios del petróleo, algunas empresas podrían optar por aumentar los dividendos que ofrecen a los accionistas o decidir en cambio invertir en proyectos de menor capitalización en regiones de petróleo de esquisto. No hay manera de predecir cuál será este número mágico "estimulador de la inversión".
Estas declaraciones probablemente fueron intencionalmente vagas y dirigidas a contrarrestar los anuncios realizados en el último Foro Económico de San Petersburgo acerca de que la OPEP y Rusia estaban tremendamente interesados en aumentar la producción. Esas declaraciones no hacen más que lastrar los precios del petróleo teniendo en cuenta que parece que la reunión de Kuwait del sábado pasado no ha afectado los precios del petróleo.
Rusia también está teniendo especial cuidado con sus declaraciones esta semana. El ministro de Petróleo de Rusia, Alexander Novak, está planeando reunirse con las empresas petroleras rusas para hablar de aumentar la producción esta semana. Lukoil (MCX:LKOH), el segundo mayor productor de petróleo de Rusia después de Rosneft (MCX:ROSN), ya ha indicado que apoya la disminución de las reducciones de la producción y todo apunta a que otros productores de petróleo rusos también apoyarán el aumento de la producción. Al mismo tiempo, sin embargo, Novak ha frenado tanto entusiasmo con sus declaraciones del martes, cuando aseguró que cualquier tipo de ajustes en la producción dependerá de la demanda.
Mientras tanto, Aramco subió los precios de la mayoría de los contratos petroleros de julio para sus clientes de Asia, el noroeste de Europa y el Mediterráneo. Esto no debe interpretarse como un indicio de que Arabia Saudí no tiene la intención de aumentar la producción este verano. Los contratos de futuros de petróleo fijan su precio en función de las condiciones actuales del mercado y si la OPEP y los países fuera del cártel aumentan la producción, Aramco probablemente responderá a cualquier cambio de precio en sus contratos de agosto, septiembre y octubre.
En lugar de interpretar estos mensajes contradictorios y silencios como indicios de que los países productores no tiene intención de aumentar los niveles de bombeo en su reunión de junio, los observadores del mercado deberían simplemente pensar que los productores están tratando de evitar oscilaciones bruscas de precios durante las discusiones habituales antes de las reuniones.