Este artículo fue escrito el 13/05/2020
Esta mañana el Reino Unido publicó una serie de datos económicos que, en general y dado el desastroso panorama financiero global generado por la pandemia del coronavirus, ha sorprendido al alza. Eso no significa, por supuesto, que las cifras hayan sido buenas. Más bien, simplemente mejores de lo que los mercados esperaban.
En el 1T, el PIB del Reino Unido descendió un 2%, aunque las expectativas apuntaban a un descenso del 2,5%. Lo que sorprendió a la baja, sin embargo, fue la lectura interanual: -5,8%, la peor cifra de este período de tiempo registrado en la historia del Reino Unido, en el primer trimestre, su peor caída desde la crisis financiera, ya que los confinamientos se traducen en datos económicos.
Para más preocupación, Bloomberg informaba esta mañana:
El Consorcio de Minoristas Británico ha anunciado que las ventas totales cayeron un 19,1% en abril con respecto a un año antes, su mayor caída desde que comenzara a recoger datos en 1995. En una señal más del daño causado por el confinamiento, la medida de Barclaycard del gasto de los consumidores descendió un 36,5% el mes pasado.
El reciente interés por el riesgo en el mercado fue una respuesta a los planes de reapertura de las economías mundiales, pero los expertos en salud de todo el mundo advierten de que eso no es posible antes de que haya una mejora de la gestión del COVID-19, preocupación también relevante para el Reino Unido.
El Banco de Inglaterra estima que la economía británica va camino de su peor desastre en 300 años. Por supuesto, no podemos saberlo, y parte del modelo del banco central se basaba en una contracción del 3%, que como mostró el informe del PIB de esta mañana, fue de sólo un 2%.
Lo que sí sabemos, sin embargo, es que el panorama de la oferta-demanda de la libra esterlina se refleja en el gráfico de precios. Y lo que podemos decir es que el par va camino del nivel de 1,2000. Y si los vendedores no encuentran demanda, seguirán vendiendo a 1,1500.
La libra no ha logrado registrar un nuevo máximo hasta ahora en mayo, después de que los mínimos de abril no consiguieran permanecer por encima de los máximos de marzo. Esto indica un debilitamiento de la estructura de precios, confirmado por una caída de la tasa de cambio (ROC), mientras que el RSI, también un indicador de impulso, pero calculado de manera diferente, mantuvo el nivel de soporte.
Tras registrar máximos más bajos en abril, el precio cayó por debajo de la línea de tendencia alcista que conectaba los mínimos tras los máximos de marzo, completando la parte superior de un gráfico de cabeza y hombros. Hay que tener en cuenta que el precio sigue por encima de los mínimos anteriores de abril (línea roja), lo que sugiere que en este nivel de precios todavía hay demanda.
A medida que todo esto se desarrollaba, la MMD 50 cayó por debajo de la MMD 200 por primera vez desde junio, lo que augura una caída del 5% en los dos meses siguientes.
El RSI, que no es tan sensible como el ROC, acaba de tocar techo, y la MM corta de la MMCD se ha situado por debajo de la MM larga, demostrando que tanto el indicador de varios precios como el de impulso están descendiendo.
Estrategias de trading
Los traders conservadores esperarán una penetración del 3% por debajo del repunte de la línea de escote, preferiblemente con un cierre por debajo de 1,200, luego esperarán un muy probable movimiento de retorno para volver a probar la integridad del patrón.
Los traders moderados se contentarán con un filtro del 2%, para evitar una trampa para bajistas, preferiblemente con un cierre por debajo del nivel psicológico de 1,21, y a continuación, esperarían el mismo repunte que los traders conservadores, pero no necesariamente hasta probar que la oferta supera la demanda; sólo esperarán una opción de entrada que permita una orden de minimización de pérdidas más cerca del nivel de resistencia.
Los traders agresivos podrían posicionarse en corto a voluntad, siempre y cuando entiendan que incluso si la libra alcanza nuestro objetivo, podría lanzarlos fuera de la posición. Así, deberían tener un plan establecido antes de actuar, y ceñirse a él, incluso a expensas de perder su posición. Una posición no debería desbaratar su cuenta de operaciones, pero el desarrollo de malos hábitos sin duda lo hará.
Ejemplo de operación:
Entrada: 1,2300
Orden de minimización de pérdidas: 1,2500
Riesgo: 200 pips
Objetivo: 1,1700
Recompensa: 600 pips
Relación riesgo-recompensa: 1:3