La minería o Proof of Work, es el sistema de consenso que rige la cadena de bloques de Bitcoin. Al ser esta la primera criptomoneda desarrollada, la minería fue el primer sistema de consenso del mercado.
De forma resumida, la minería es el proceso a través del cual se crea un Bitcoin. A diferencia de las divisas tradicionales, que son emitidas por los bancos centrales, Bitcoin se crea resolviendo “problemas matemáticos” que requieren un determinado poder de computación. Aquellos usuarios que prestan ese poder son recompensados con los Bitcoin generados.
Dado que los bloques de la cadena (problemas matemáticos) son resueltos entre mineros repartidos por todo el mundo, Bitcoin y en general, todas las criptomonedas con Proof of Work evitan ataques ya que son redes descentralizadas.
Alternativas a la minería
Con el paso del tiempo han sido muchos los que han intentado crear una alternativa a este método con el objetivo de solucionar las ineficiencias que plantea. El Proof of Stake es la alternativa más conocida y surgió como solución al gasto energético de la minería. Aquí se tienen en cuenta la cantidad de criptomonedas que se posee, es decir, cuál es el grado de participación dentro de la cadena.
A diferencia del Proof of Work, los bloques de las criptomonedas con Proof of Stake ya han minado todos sus bloques previamente. De esta forma, los bloques no se minan, sino que se acuñan según la implicación del usuario en el ecosistema.
Una variante de este mecanismo de consenso es el Delegated Proof of Stake (DPoS), el cual está siendo muy comentado en las últimas semanas. Daniel Larimer está considerado como el “padre” de este mecanismo, ya que tras ver las ineficiencias de la minería se lanzó a crear un nuevo sistema.
Su objetivo era conseguir un mecanismo que no requierese de tanta energía, que pudiera procesar una cantidad mucho más elevada de transacciones y que siguiera siendo igual de segura que la minería. A cambio de conseguir estos objetivos, la descentralización se vería reducida.
Esto se debe a que son solamente unos pocos individuos los que “mandan” en la cadena de bloques. Estos individuos o supernodos son elegidos a través de votaciones en las que, si tienes más tokens, eres más influyente. Si uno de estos supernodos actúa de forma incoherente y compromete la seguridad de la cadena, puede ser expulsado siempre y cuando pierda los votos.
Descentralización a cambio de rapidez
Este es el gran debate al que se enfrentan los sistemas de consenso más novedosos, como el Delegated Proof of Stake. La minería es el sistema por excelencia que ha servido como fertilizante para la creación de nuevas alternativas. A pesar de sus problemas, sigue siendo el más descentralizado.
El Delegated Proof of Stake ha estado y está siendo criticado por poner en juego la descentralización de aquellas cadenas que son gobernadas por este mecanismo. Al ser solamente unos pocos individuos los que la controlan, la capacidad para procesar transacciones aumenta pero la descentralización disminuye poniendo en peligro la seguridad.
Criptomonedas como EOS o TRON están en el punto de mira por esto mismo, ya que es ahora cuando estamos viendo los efectos que puede tener el DPoS. Sin ir más lejos, Block.one, la creadora de EOS, ha sido elegida como un supernodo de la cadena, e incluso Justin Sun, fundador de TRON, también es un supernodo de su propia criptomoneda.
POWx: la nueva minería
En medio de este debate entra en acción una organización sin ánimo de lucro que ha surgido recientemente: POWx. Surge con la idea de implementar un algoritmo llamado Optical Proof of Work, que sería más sofisticado que el actual y que buscaría un consumo de energía más eficiente en la minería.
Para lograr esto, POWx quiere hacer de la minería algo más sencillo para que de esa forma mucha más gente se interese por ella y se involucre en el proceso. Con el paso del tiempo, las barreras de entrada han ido creciendo y los usuarios corrientes han dejado de poner minar como antaño, con un simple portátil.
Mientras que son muchos los que todavía se muestran reticentes al cambio, Michael Dubrovsky, CEO de POWx, ve el cambio como algo inevitable. Según su opinión, mejorar la minería saneará el ecosistema y asegurará su crecimiento y expansión durante la próxima década.