Este artículo se publicó en inglés el día 9 de agosto de 2017
Varios gobiernos han anunciado recientemente mandatos de vehículos eléctricos (VE) de largo alcance destinados a fomentar el uso de vehículos de tracción eléctrica y disminuir el uso de motores de combustión interna en sus países. Estos países incluyen desde mercados emergentes como la India, hasta mercados europeos bien establecidos como el Reino Unido y Austria.
Aquí tenemos un resumen:
India: El ministro de energía Piyush Goyal señaló que su objetivo es que la India venda exclusivamente vehículos eléctricos en 2030.
El Reino Unido: El Gobierno británico anunció recientemente su intención de prohibir la venta de coche impulsados por gasolina y combustible diésel en 2040.
Francia: El Gobierno de Emmanuel Macron anunció que Francia tiene la intención de prohibir la venta de vehículos de gasolina y combustible diésel en 2040.
China: En septiembre de 2016, el Gobierno chino anunció una política que exige que el 8% de todas las ventas de vehículos sea de "vehículos de nueva energía". El Gobierno entiende por esto cualquier VE, híbrido, o propulsado por celda de combustible. El mandato iba a entrar en vigor originalmente a comienzos de 2018 pero se pospuso hasta 2019.
Austria: Con el plan más ambicioso de todos, el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente de Austria anunció que está considerando prohibir la venta de todos los vehículos no eléctricos en 2020.
En el largo plazo, estos mandatos tienen el potencial para transformar los mercados de petróleo (por no mencionar el valor de las acciones de los fabricantes de vehículos). Si la adopción generalizada de vehículos eléctricos realmente ocurre, esto lastrará claramente el valor del petróleo crudo. En Estados Unidos, por ejemplo, casi el 50% del crudo refinado de la nación se transforma en gasolina para vehículos, según la AIE.
Sin embargo, no nos emocionemos mucho todavía con la transformación del uso del combustible. La actual problemática de los VE incluye: rango insuficiente, largos tiempos de repostaje, gastos por adelantado, dudoso valor de reventa, duración indeterminada de la batería e infraestructura insuficiente para la recarga en carretera. Las innovaciones y mejoras no necesariamente ocurren porque el Gobierno lo diga. A menudo, los mandatos del Gobierno no consiguen llevar a la práctica con éxito la innovación tecnológica (véase los mandatos de kilometraje de combustible de Estados Unidos a principios de los 2000, que se han incumplido constantemente).
Sin embargo, si, en 10, 15 o 20 años los VE están tan o casi tan extendidas como pretenden estas políticas, la demanda de petróleo crudo habrá caído en picado. Para los inversores, solo el miedo de que esto ocurra puede bastar para lastrar los precios del petróleo durante algún tiempo. El concepto de "pico de demanda" ha sido motivo de mofa para productores y traders de petróleo durante más de un año, con la posibilidad de que la demanda de petróleo no siga creciendo debido a las transiciones hacia formas alternativas de energía.
Estas dos últimas semanas, se ha hablado mucho del futuro de los VE, entre el debut del Model 3 de Tesla (NASDAQ:TSLA) y los anuncios habituales de los mandatos de un nuevo VE. Esa publicidad no hace más que dificultar la tendencia al alza del precio del petróleo, por lo menos hasta que se calme el revuelo en torno al VE y el "pico de demanda".