Con la idea que da título a este artículo nos quedamos. Y es que, ante la obligada pregunta de qué sucederá con el bitcoin en 2018, si tenemos en cuenta que las criptomonedas han sido el instrumento del año en los mercados y los que más titulares y atención han acaparado, Eduardo Bolinches, director y fundador de EscueladeTradingyForex.com, nos habla de su posible ilegalidad tras alcanzar nuevos máximos el próximo año.
“Terminamos 2017 con la cotización del futuro del Bitcoin en la bolsa de futuros de Chicago, la más importante del planeta. Ello debería atraer menor volatilidad con efectos inmediatos, aunque creo que a lo largo del 2018 vendrá la corrección que todo el mundo espera y que no será otra vez de un 30% para luego girarse de nuevo y marcar nuevos máximos. Ahora ya existe la posibilidad de ponerse corto en bitcoins y cuando algún conjunto de países lo declaren ilegal de manera coordinada será interesante ver qué es lo que ocurre”.
Para él, éste podría ser un cisne negro curioso de ver: la de la intervención judicial de los monederos y declaración de ilegalidad del bitcoin. “A golpe de legislación, el bitcoin es borrado del mapa y deja un panorama de miles de pequeños inversores no solo sin sus ganancias latentes sino sin su dinero invertido”.
En esta situación, el oro sería su principal beneficiado, aunque habría que ver cómo reaccionan también los mercados de renta variable. Éstos, mientras tanto, han protagonizado un buen año que, de momento, está lejos de terminar. Para él, los mercados de valores estadounidenses no doblegarán sus rodillas tan pronto como los inversores esperan. “Primero deberíamos ver la curva de tipos más plana y durante más tiempo antes de acabar con el mercado alcista de valores. En Europa, por su parte, el BCE tiene la sartén por el mango y mientras que no haya subidas de tipos no veremos correcciones importantes.
Otro cisne negro, si nos quedamos en EE.UU., podría ser el de un progresivo deterioro del balance de la FED y del BCE que acabara por no encontrar comprador y repercutiendo en el mercado de derivados OTC, donde su volumen se seca. Eso podría llevar a la quiebra a las empresas aseguradoras (CDS) y por extensión, provocar un pánico en el mercado de valores.
Desde luego, las cartas están echadas y las previsiones, lanzadas. Ahora toca esperar y ver qué podemos confirmar. Desde luego, esperamos que 2018 sea más interesante que 2017 en términos bursátiles.