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Mimetismo, parásito de la tendencia

Publicado 18.09.2018, 16:36
Actualizado 09.07.2023, 12:32

Si consultamos en el diccionario de la RAE el término “Mimetismo”, en su tercera acepción, encontraremos la siguiente definición: “Adopción como propios de los comportamientos y opiniones ajenos”. En el comportamiento humano el mimetismo se manifiesta de varias maneras. Básicamente en mimetismo físico y mimetismo de conducta.

El mimetismo físico tiende a copiar o imitar movimientos de otras personas. Cuando nuestro hijo marca un gol en el partido del sábado y lo celebra de la misma forma que su estrella favorita mimetiza el gesto acercándose al modelo que pretende ser. Cuando copia o hace suyos recursos técnicos de otros, mimetiza lo que él piensa que es válido o ejemplar.

En nuestro lenguaje corporal tendemos de igual manera a mimetizar posturas de forma inconsciente. En una conversación entre dos personas, en muchas ocasiones, terminamos, juntando nuestras manos, brazos o piernas de la misma forma que la persona que tenemos justo delante. No entraremos en las interpretaciones de este mimetismo. Nosotros nos centraremos en otra clase de mimetismo que de igual forma nos es intrínseco como personas que somos en la negociación bursátil y aquí, sí que ahondaremos más, por diferentes motivos.

Mimetismo de conducta y negociación bursátil

La palabra “tendencia” no es por demás conocida. Desde la aceptada teoría de Dow, donde entre otras premisas se destaca que los movimientos del precio se mueven por tendencias, muchos otros han destacado su papel básico en la teoría cíclica económica. Es casi de obligado cumplimiento partir de la base de que queremos añadirnos a la tendencia principal y de esta manera poder replicar el movimiento alcista o bajista a nuestro favor. Estadísticamente, ir a favor de la tendencia nos dará más réditos que ir en contra de ella.

Hasta aquí, no hay mucho que decir. Es obvio qué en una tendencia clara, unirse al lado ganador, es lo deseado. El problema radica en el grado de mimetismo con el que nos unimos a ciertos movimientos. El mimetismo como tal, imita el comportamiento de los demás. Cuando vemos al precio cotizar al alza e inmediatamente compramos estamos mimetizando el comportamiento de los compradores que con anterioridad han entrado en la subasta comprando. El matiz es que al mimetizar nosotros reaccionamos siempre de forma secundaria. Es decir, vamos algo más tarde que los primeros y en el peor de los casos, cuando dejamos al mimetismo expresarse en su vertiente más instintiva, no racionalizamos nuestra actitud. Tan sólo, imitamos sin más movimientos porque inconscientemente le damos una mayor garantía de éxito. El precio sube, yo compro. El precio cae, yo vendo. Lo que llamamos perseguir el precio.

Perseguir el precio o incidiendo en el concepto de hoy, mimetizar el movimiento del precio, no es exactamente lo mismo que seguir la tendencia principal. Les propongo el siguiente escenario:

El precio se ha sobrevendido en un marco de tiempo. Comienza a rebotar y lo compramos inmediatamente. No sea que vayamos demasiado tarde. Poco más tarde se da la vuelta y retrocede. Estamos perdiendo dinero. Cerramos. Volvemos a la venta. Además era lo lógico, la tendencia era bajista. Era un riesgo ir en contra de la tendencia. Ahora vamos en el lado ganador. La cuestión es que he vendido y no se porque extraña razón el precio vuelve al alza. Otra vez estoy perdiendo. Tenía pinta de rebotar, ya lo sabía yo. Vuelvo a comprarlo. El precio vuelve a caer. Nos lo tomamos con humor, parece que alguien nos está mirando por la ventana y mueve el mercado en contra nuestra.

Todo este proceso se resume en llano y liso "mimetismo". Perseguimos al mercado. Vamos siempre tarde.

Conclusiones partiendo desde un mayor grado de frustración hasta niveles más realistas:

1. Yo me uno a la tendencia, no es culpa mía.
2. Los mercados están manipulados.
3. Hoy no tengo suerte. Todo sale al revés.
4. No estoy concentrado (empezamos a mejorar algo en nuestras conclusiones).
5. Quizá estoy escogiendo una mala estrategia.
6. No debería haber entrado al mercado. No tenía elementos claros de juicio, tanto técnicos como monetarios como para operar respaldado de un plan claro.
7. ¿Tengo alternativas para escenarios diferentes al que yo creo que va a suceder? Tengo que rehacer mi estrategia la próxima vez.

Bien, volvamos al partido de futbol de nuestro hijo y al diccionario: “Finta: Ademán o amago que se hace con intención de engañar a alguien”. Un jugador finta a la izquierda para que su defensa se mueva en esa dirección y el atacante aproveche esa movimiento defensivo y contraataque el débil lado contrario. Básicamente, el atacante busca el mimetismo del defensa. Que copie sin más mi movimiento sin pensar, para después tener la ventaja sobre él en tiempo de reacción. El defensa, si quiere recuperar llegará unas décimas de segundo, tarde. El mercado, de la misma manera, propone en muchas ocasiones movimientos que buscan nuestro mimetismo. Que lo copiemos sin más y sin pensar. Ahí radica la ventaja del que toma la iniciativa. Si tu estrategia es imitar al mercado, irás siempre tarde. Copiar el mercado sin más no es sumarse a la tendencia principal.

En nuestra estrategia debemos seguir una directriz nítida de actuación, de lo contrario, perseguiremos precios de forma mimética con el peligro que eso conlleva. El no llevar la iniciativa te hace por definición débil. Esa debilidad de estrategia es un primer gran problema asociado al mimetismo. Un segundo gran problema es que el mimetismo mira sólo en una dirección. Copiar movimientos sin más es tan instintivo que no nos dará la oportunidad de tener una contra hipótesis. En nuestro deseo de replicar al movimiento del mercado cuanto antes, dejamos al margen cualquier posibilidad inversa. Si conseguimos eliminar el mimetismo, tendremos la capacidad de poder ganar dinero incluso en el caso de que estemos equivocados en nuestra hipótesis inicial. Estar equivocados en la proyección no es problemático siempre que preveamos un escenario alternativo. Confiar en una sola dirección es de por sí, temerario.

Existen diferentes formas de operar que reducen el mimetismo y nos dan cierta independencia intelectual. He elegido la negociación en pívot como ejemplo. Hay muchas otras formas de negociación no miméticas igual de válidas pero para no alargar en tiempo utilizaremos el clásico modelo de pívot el día de hoy. Dejamos la literatura y nos vamos a los gráficos.

Últimos comentarios

Buenisimo Felix, muchas gracias ;))
Muchas gracias, un abrazo!
Muchas gracias, lo que esta claro es que hay que estudiar bien el escenario, y montar una estrategia e ir a por ella, y si no sale bien, pues nos salimos y hasta la proxima.   Muchas gracias Felix, un saludo cordial
Mimetizo tus palabras :) Un gran abrazo, Ana Maria!
Gracias Felix por el artículo, muy habitual lo que comentas del mimetismo en las operativas. Un saludo.
Gracias por tu participación. Un gran saludo
Enhorabuena Felix !!! Muy buén artículo donde se puede reflexionar sobre muchos puntos de nuestro trading...un saludo maestro!!!
Gracias Emilio! Lo de maestro, solo de escuela :)
Hola mi gran amigo. Muchas gracias por tu articulo una vez mas y agradecidisimo por tus reflexiones sobre la operativa, esa que todos pensamos que conocemos pero a su vez, entiendo que la desconocemos.Gracias por la reflexión
Me fallo el movil... Pero preguntaría esto: ¿Quien no se mimetiza inocentemente y lo peor para mi concientemente pero sin darse cuenta?;)
Forma parte de la conducta humana. Lo que nos queda es ser absolutamente conscientes de que puede ocurrir e intentar operar en base a otras estrategias. Un gran abrazo!
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