La navegación semanal en los mercados de renta variable internacional se saldó nuevamente con una buena captura de rentabilidades. Tras su llegada a puerto el pasado viernes las flotas de los diferentes índices de renta variable mundial descargaron alzas semanales generalizadas. Alzas que alcanzaron el 3% en la flota del EuroStoxx 50 y llevaron a nuestro índice doméstico (IBEX) a marcar el máximo del año con una subida del 2,33% en la semana. Al otro lado del Atlántico también se llenaron las redes con subidas del 2,89% en el S&P 500 y del 1,57% en el Dow Jones. Estos buenos resultados vinieron dados nuevamente por los mensajes de progresos en las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China que llegaron, en está ocasión, desde el gigante asiático con la aplicación de cambios legales que favorecen la inversiones extranjeras en su país. En el viejo continente, por su parte, se recibió muy positivamente la votación favorable a solicitar la prórroga del Brexit en la cámara de los comunes británica.
El último trimestre del pasado año una tormenta perfecta de acontecimientos e interpretaciones pesimistas amenazó con hacer zozobrar a los mercados de renta variable. La fuerte mar de fondo que provocaron las intenciones de dureza en la política de tipos de los bancos centrales junto con el vendaval de aranceles y la falta de potencia en la sala de máquinas de la economía europea hicieron tambalear a toda la flota de índices que a duras penas lograron mantener orientada su proa. Afortunadamente las condiciones han cambiado sustancialmente desde aquellos momentos y nos encontramos en la actualidad con un entorno muy favorable. Las negociaciones comerciales entre la dos grandes potencias económicas mundiales han tomado un rumbo muy constructivo, los bancos centrales han suavizado sus intenciones de subida de tipos y los datos macro europeos empiezan a mejorar ligeramente. El dato del repunte de la inflación en febrero publicado la pasada semana, y que la sitúa en el 1,50%, adelanta un mejoría en el comportamiento de la economía europea para este primer trimestre.
La semana en la que entramos viene cargada de acontecimientos que pueden ayudar a mantener el viento a favor en las bolsas y que inciden en los factores de generación de las incertidumbres que atemorizaron a los inversores el pasado año. El jueves tendrá lugar la reunión de tipos de la FOMC de la Fed. En esta ocasión debemos estar atentos a la proyección futura de tipos que harán sus miembros, ya que en esta ocasión no habrá subida. Sería positivo que siguiesen fijando la subida de tipos a la evolución económica y que redujesen las alzas en su proyección de puntos (ver gráfico). Durante la semana se publicarán datos macro en Europa como el índice Zew de confianza inversora que se publica el martes o los PMI de la eurozona que se conocerán el viernes y que se espera repunten respecto al mes anterior.
Además esta semana nuevamente vendrá marcada por el culebrón del Brexit. El miércoles se volverá a votar el plan de salida de May y el jueves tendrá lugar el consejo europeo en el que sus líderes decidirán si aceptan el aplazamiento solicitado por los británicos. Aunque todo es posible, se prevé que el plan de May sea nuevamente rechazado y que desde el consejo europeo se dé el visto bueno al aplazamiento. Los mercados pueden reaccionar ante estos acontecimientos aunque hemos visto como el asunto del Brexit cada vez afecta menos en el ánimo de los inversores.
Una semana por lo tanto para continuar con una navegación favorable y que permita llegar al puerto el viernes con una buena captura. Mientras encontremos este sentimiento de mercado no se debe desaprovechar aunque siempre conviene estar atentos a los cambios de viento. Los pescadores dicen: el que tarde va de pesca vacía trae la cesta.