Por Tetsushi Kajimoto y Daniel Leussink
TOKIO (Reuters) - El Banco de Japón recortó sus pronósticos de inflación el miércoles y advirtió sobre los crecientes riesgos para la economía por la fragilidad de la demanda global, lo que prolonga aún más los esfuerzos realizados los dirigentes durante los últimos años para fomentar un crecimiento duradero.
Como era previsible, el banco central japonés, conocido como "BOJ" por sus siglas en inglés, mantuvo su programa de políticas monetarias ultralaxas en su revisión periódica, lo que implica que Japón está aún lejos de salir de un amplio programa de estímulos iniciado en 2013.
El banco central también mantuvo su opinión de que la economía de Japón, la tercera más grande del mundo, continuará expandiéndose a un ritmo moderado. Sin embargo, la creciente presión sobre el crecimiento mundial por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los socios comerciales más grandes de Japón, hace que muchos analistas desconfíen del panorama.
"Es probable que la economía de Japón continúe en una tendencia en expansión hasta el año fiscal 2020", dijo el banco central en su informe trimestral de perspectivas.
"Es de prever que las economías internacionales continúen creciendo con fuerza en general, aunque varios acontecimientos recientes merecen atención, como la fricción comercial entre Estados Unidos y China".
El BOJ advirtió de que la economía nacional se enfrenta a riesgos en varios frentes, incluido el proteccionismo, el Brexit y la política económica de Estados Unidos.
Un sondeo de Reuters entre economistas indica que esos factores externos han aumentado las posibilidades de que Japón caiga en una recesión el próximo año fiscal que comienza en abril, lo que dificulta que el BOJ alcance su objetivo de inflación del 2 por ciento.
(Información de Tetsushi Kajimoto y Daniel Leussink; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)