MADRID (Reuters) - La Audiencia Provincial de Palma dio el miércoles un plazo de cinco días para entrar en prisión a Iñaki Urdangarin, cuñado del Rey de España, un día después de que el Tribunal Supremo lo condenara a cinco años y diez meses de cárcel por varios delitos de corrupción, informó el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
Urdangarin, casado con la infanta Cristina de Borbón, acudió a media mañana del miércoles a la sede del tribunal balear en Palma donde estaba citado, y allí fue recibido entre los gritos de varias personas congregadas, mostraron imágenes de televisión.
El Tribunal Supremo condenó el martes al exjugador de balonmano por malversación, prevaricación, fraude, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, en un fallo que dio por acreditado que se benefició de sus conexiones con la realeza para lucrarse ilegalmente.
Según la sentencia, el marido de Cristina de Borbón y cuñado de Felipe VI se aprovechó de su "situación de privilegio" para obtener contrataciones del Instituto Nóos, que presidió de 2004 a 2006, consiguiendo influir en las autoridades de las Islas Baleares.
La pena supuso una reducción de cinco meses respecto a la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma emitida el pasado año, tras absolverlo del delito de falsedad en documento público.
Antes de la citación de Urdangarin, el tribunal dio al que fuera su socio en el Instituto Nóos Diego Torres el mismo plazo para ingresar en prisión, agregó el Tribunal.
Torres fue condenado por el alto tribunal a una pena de cinco años y ocho meses de cárcel.
Urdangarin aún cuenta con las bazas de solicitar un indulto o bien un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, aunque este trámite, que de momento no ha sido solicitado, no tiene por qué aplazar la ejecución de la sentencia.
El caso Nóos estalló hace más de diez años y contribuyó a llevar la popularidad de la monarquía a sus peores niveles en décadas, provocando la indignación de la opinión pública en un país que ha sufrido una profunda crisis económica y grandes casos de corrupción política.
Urdangarin, que reside en Bruselas junto a su mujer y sus cuatro hijos, es el primer miembro de la familia real española sobre el que recae una pena de prisión.