Bruselas, 23 jun (.).- Los líderes de la Unión Europea (UE) han hecho hoy una defensa del libre comercio y la globalización pero al mismo tiempo han dejado patente que quieren reciprocidad para sus inversiones en terceros países, una advertencia que llega en un momento en el que el proteccionismo gana protagonismo internacional.
Para defender esta posición han instado a la Comisión Europea (CE) a que analice las inversiones en territorio europeo de países como China en sectores estratégicos, aunque finalmente rebajaron la propuesta de Francia, que pedía que el Ejecutivo comunitario vigilara esas inversiones.
Los jefes de Estado y de Gobierno piden "aprobar rápidamente unos instrumentos de defensa comercial modernos y compatibles con la Organización Mundial del Comercio (OMC)", que a su juicio "reforzarán la capacidad de la UE de afrontar eficazmente las prácticas comerciales desleales y discriminatorias y las distorsiones del mercado".
Además, solicitan a la Comisión y al Consejo "profundizar y avanzar en el debate sobre cómo reforzar la reciprocidad en los campos de las licitaciones públicas y la inversión".
La canciller alemana, Angela Merkel, defendió que si la UE no consigue reciprocidad en el acceso a los mercados de licitación de terceros países, lo socios tendrán que "reflexionar sobre una respuesta adecuada", y subrayó que por ello están trabajando para adoptar "medidas contra el dumping más efectivas y rápidas".
Francia y Alemania están preocupados por las compras de empresas locales en sectores estratégicos por parte de grupos extranjeros, en particular de compañías chinas que en muchas ocasiones cuentan con el respaldo del Estado, según fuentes diplomáticas.
Tanto Merkel como el presidente francés, Emmanuel Macron, hicieron patente su compromiso con el libre comercio en un momento en el que el proteccionismo crece en el mundo.
Merkel valoró que el Consejo Europeo mantuviera una "posición clara" a favor del libre comercio en un momento en que el proteccionismo "está muy presente", mientras que Macron señaló que "en ningún caso" quiere "cerrar Europa a las inversiones extranjeras".
"Soy favorable a que haya inversiones chinas, asiáticas, americanas, africanas (...), pero es legítimo tener mecanismos de control cuando estas inversiones se hacen en sectores que son estratégicos", dijo el presidente francés.
Este ha sido el primer intercambio sobre el tema entre los líderes de la UE después de que la Comisión presentase el mes pasado su documento de reflexión sobre la globalización.
En cuanto a la situación económica de la región, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien ha participado en la Cumbre celebrada en Bruselas, afirmó que la incertidumbre que se cernía sobre la eurozona se ha "disipado" y que hay una "nueva esperanza" en Europa.
No obstante, el mensaje de optimismo de Draghi vino acompañado de su tradicional llamada a aplicar reformas estructurales y sanear las finanzas públicas, según indicaron fuentes europeas presentes en la reunión.
"La gran incertidumbre persistente ya no está" y "hay una nueva esperanza puesta en el proyecto europeo", dijo al tiempo que señalaba a los gobernantes europeos que "el estímulo más barato es la confianza".
La buena marcha de la economía sin embargo no está generando que la inflación aumente rápido por lo que la política monetaria expansiva de la institución de Fráncfort se mantendrá, indicó.
En cuanto al mercado laboral, trató con los líderes el hecho de que los salarios en la UE no estén aumentando pese a la subida en la inflación y el crecimiento económico.
El BCE lo atribuye a que la negociación laboral se está centrando por el momento en conseguir que los contratos temporales se transformen en empleos estables y que, una vez termine este proceso, "el crecimiento de los salarios repuntará".
El Consejo Europeo también apoyó los progresos en las negociaciones comerciales en curso, especialmente con México y el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) -que Merkel consideró "esenciales"-, además de con la región Asia-Pacífico, de cara a lograr "ambiciosos y equilibrados acuerdos de libre comercio, con reciprocidad y beneficios mutuos".
Asimismo, celebró los avances en las negociaciones con Japón, que podrían "preparar el camino para un acuerdo político".
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