Jartum, 27 oct (.).- El Gobierno sudanés anunció este martes que doblará el precio doméstico del combustible en un momento en el que el país atraviesa una grave crisis y sufre escasez de productos básicos, como la harina o los carburantes.
En una rueda de prensa, el ministro de Energía y Minería sudanés, Jairy Abdelrahman, dijo que el Gobierno ha decidido "liberalizar" los precios del combustible y que esta decisión tendrá un efecto "inmediato".
Asimismo, el litro de diésel producido localmente pasará de costar 23 libras sudanesas (unos 0,42 dólares) a 46 libras (unos 0,83 dólares), es decir, el doble.
Por su parte, el litro de gasolina, que antes mantenía un precio de 28 libras sudanesas (unos 0,51 dólares) costará a partir de ahora 56 libras (1,01 dólares), lo que representa un aumento del 100 %.
Según el ministro, este aumento del precio de los combustibles producido localmente se aplicará al sector de los servicios como la agricultura, la industria y el transporte.
Para el resto de sectores, el precio del combustible importado "se liberalizará y se venderá de acuerdo con el precio mundial", apuntó Al Jairy, indicando que un litro de diésel comercial costará 1,92 dólares y el precio de la gasolina importada será de 2,17 dólares.
Asimismo, afirmó que "los precios se revisarán cada semana de acuerdo con el precio internacional".
Actualmente, un dólar equivale a 55 libras sudanesas al cambio oficial, mientras que en el mercado paralelo es de unas 230 libras sudanesas.
Durante la conferencia, el ministro reconoció que doblar el precio de los combustible es "una decisión difícil, pero quemar las heridas también es una forma de tratamiento" para la economía sudanesa, aseguró.
El pasado 24 de septiembre, el Comité Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldó un acuerdo informal por el que el organismo vigilará la implementación de reformas económicas por parte de Jartum, un requisito para el eventual alivio de su gigantesca deuda externa, que asciende a 60.000 millones de dólares.
Este programa de 12 meses, estipula el compromiso de Sudán para "eliminar los enormes subsidios de combustible", entre otros aspectos.
A principios de este mes, cientos de manifestantes sudaneses protestaron por la escasez de pan y combustible en el país, que atraviesa una grave crisis económica debido a la devaluación de la moneda local frente al dólar, sobre todo en el mercado negro.
Precisamente, la escasez de harina y combustible y la consecuente subida de su coste estuvieron detrás de las protestas que estallaron a finales de 2018 y que culminaron en abril de 2019 con el derrocamiento del dictador Omar al Bashir.