MADRID (Reuters) - Con nueve victorias en 11 partidos desde que el técnico Santiago Solari reemplazara al destituido Julen Lopetegui, lo lógico sería pensar que el optimismo ha vuelto al Real Madrid, y sin embargo, la apatía parece la nota predominante entre aficionados y medios de comunicación en el momento en que el equipo se dispone a defender el título de la Copa Mundial de Clubes en Abu Dabi.
Solo 55.000 aficionados asistieron al estadio Santiago Bernabéu, con capacidad para 81.000, en la victoria del sábado por 1-0 sobre el Rayo Vallecano, a pesar de tratarse de un derbi local y del último partido en casa del club este año.
La baja asistencia no fue cosa de un día: según el diario Mundo Deportivo, el Madrid ha registrado su peor promedio de asistencia esta temporada desde la campaña 2001/02.
Los que sí acudieron al estadio fueron testigos de una victoria sufrida y expresaron su enfado con los jugadores del club en una cacofonía de abucheos cuando el portero Thibaut Courtois se vio obligado a intervenir con dos paradas consecutivas para evitar un empate en el último suspiro con el Rayo, que lucha por evitar el descenso.
El Rayo recibió un 10-2 en su última visita al Madrid en 2015.
"El Bernabéu se aburre", tituló el diario español Marca, una portada muy similar a la de AS: "Este Madrid aburre", después de la segunda victoria consecutiva por la mínima para el equipo de Solari, que hace una semana ganó 1-0 al colista Huesca, en un partido en el que también sufrió un aluvión de ataques rivales en la fase final.
La difícil victoria del sábado se produjo tres días después de una derrota por 0-3 en casa ante el CSKA de Moscú en Liga de Campeones, lo que provocó una sonora pitada de la afición.
Fue la mayor derrota europea del Madrid en su estadio, aunque ya estaba clasificado para los octavos de final como primero del grupo.
Marcos Llorente, centrocampista de los blancos, dijo que él y sus compañeros estaban satisfechos con sus recientes actuaciones, al tiempo que agregó que había espacio para mejorar. Instó a los hinchas a apoyar en lugar de atacar.
"No soy partícipe de los pitos, pienso que nos debilitan (...). Aquí la gente está acostumbrada a ganar y cuando las cosas no van bien la afición aprieta y nos exige, que a veces nos viene bien".
Por su parte, el entrenador Solari restó importancia a las preocupaciones del público y dijo que el equipo estaba en buena forma.
"Me encantó el apoyo de la afición durante todo el partido. Así es como nos gusta, hoy estuvieron cálidos. Evidentemente lo acompañamos con juego.", dijo.
"Los pitos, tras la última ocasión del Rayo, son parte del fútbol. Nosotros estamos contentos: pasamos como primeros en Champions, estamos en Copa y hemos recortado puntos con todos los de arriba", añadiendo que ahora se dirigían a jugar una competición que hace mucha ilusión a los madridistas.
(Información de Richard Martin; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)