Por Andrew Cawthorne
NIZHNI NÓVGOROD, Rusia (Reuters) - Un triplete de Harry Kane ayudó a la selección de fútbol de Inglaterra a avanzar a los octavos de final del Mundial tras golear 6-1 a Panamá, que quedó eliminada de su primera experiencia mundialista.
La victoria de Inglaterra también dio el pase a los octavos a Bélgica, que el sábado venció 5-2 a Túnez. Ingleses y belgas lideran el grupo G con seis puntos y lucharán el jueves por la primera plaza.
Por su parte, Panamá cerrará su participación en el torneo ante Túnez.
"Panamá logró evitar una catástrofe más grande porque nunca se desordenó, pues al paso que íbamos hubieran podido ser muchos más goles. El equipo no terminó como loco, no perdió el estilo y la idea", dijo el entrenador colombiano Hernán Darío Gómez.
El equipo europeo, que logró su victoria más abultada en Mundiales, se fue al descanso 5-0.
Kane marcó a los 22, 46 y 62 minutos. Los dos primeros tantos fueron de penalti, mientras que el tercero lo hizo de una manera fortuita cuando el balón le pegó en el talón tras un disparo de Ruben Loftus-Cheek.
Kane llegó a cinco goles para situarse como el máximo goleador del torneo, superando por uno al belga Romelu Lukaku y al portugués Cristiano Ronaldo.
Además, el atacante se convirtió en el tercer jugador inglés en conseguir un triplete en un Mundial, sumándose a Geoff Hurst en 1966 y Gary Lineker en 1986.
"Es la primera vez en mucho tiempo que vemos un 'hat-trick' de un jugador inglés en una Copa del Mundo, estoy encantado por Harry y el equipo", dijo Hurst en Twitter.
John Stones abrió la cuenta para Inglaterra a los ocho minutos cuando remató con la cabeza un tiro de esquina y registró su doblete a los 40, cuando simplemente empujó el balón tras un rechace del portero Jaime Penedo.
Jesse Lingard completó la goleada al meter el balón por el ángulo izquierdo con un disparo desde fuera del área a los 36 minutos.
Felipe Baloy hizo historia a los 78 minutos al marcar el primer gol de Panamá en un Mundial cuando remató dentro del área un centro enviado por Ricardo Ávila desde la banda izquierdo, lo que provocó la euforia de los hinchas en el estadio y la sonrisa del técnico Gómez a pesar de la derrota.