Por Sara Busquets
Investing.com - Tesla (NASDAQ:TSLA) ha apretado el acelerador y está imparable. En el año en el que celebrará una década cotizando en bolsa, la compañía que preside Elon Musk lo tiene todo para poder alcanzar un máximo histórico de 500 dólares por acción, un precio superior a los 420 dólares que vaticinó el propio Musk y, al mismo tiempo, confirmar que es uno de los mejores valores en bolsa de los últimos tiempos. No en vano, ha cerrado un gran 2019 y muy lejos queda ya de los 23,83 dólares con los que se estrenó en el parqué aquel 30 de junio de 2010. Las cifras le acompañan: un 1.190% de subida desde entonces y previsiones para seguir siendo líder en su sector.
2019: El año decisivo
Aunque la compañía se enfrentó a parte de 2019 con “vientos de cara” (aún recordamos las polémicas con la SEC y algunos comentarios poco acertados por parte de Musk), lo cierto es que la situación dio un giro de 180 grados allá por octubre, cuando sorprendió con un beneficio mejor de lo esperado, haciendo que el mercado recuperara la atención por sus números y le premiara con una subida anual del 25,70% y máximos de 435 dólares.
Atrás quedaron los planes de Elon Musk de privatizar la compañía, y un sinfín de promesas incumplidas que provocaron el recelo de inversores y analistas, muchos de ellos incluso rebajando sus recomendaciones sobre el grupo y cuestionando la habilidad de su CEO por mantener el reinado de Tesla en la industria de los coches eléctricos.
Además de las cifras, las buenas previsiones sobre su nueva fábrica en China y el lanzamiento de su modelo Y antes de lo esperado confirmaron 2019 como un año decisivo para el fabricante de coches, que cerró por encima del objetivo de 293 dólares (solo en diciembre repuntó un 26,79%) y con muchos de esos analistas, antaño “enemigos”, dándole la mano con agrado a lo que estaba por venir.
2020: El año que ¿promete?
Tras lo dicho, Tesla no ha podido iniciar 2020 con mejor pie. La semana pasada anunció un récord de 112.000 vehículos entregados en el cuarto trimestre, y el inicio de la producción en su nueva fábrica de Shanghái, donde planea crear 1.000 ejemplares del Modelo 3 sedan a la semana. Informaciones, todas ellas, que le han hecho repuntar solo este año un 12,13%.
Parece que la compañía está cumpliendo con todo lo que anunció, y eso hace que cuente con el respaldo de los alcistas. “2020 será un año crucial para Musk & Co”, afirmaba Dan Ives, analista de Wedbush Securities. “Este será el año que esperaban los alcistas, gracias a sus planes de China y a la gran visión de Musk en cuanto al terreno de los vehículos eléctricos, que parece finalmente que empieza a tomar forma”.
Haris Anwar, analista de esta casa, se muestra cauto cuando hablan de lo que está por llegar. “Habrá que ver si China realmente se convierte en un mercado rentable, pues las ventas de coches eléctricos en los últimos trimestres se han debilitado en el gigante asiático. Habrá otros riesgos, además, a no perder de vista: la supresión de créditos fiscales para los compradores de Tesla en EE.UU. o el riesgo de que Musk no pueda cumplir todas sus promesas. No olvidemos que 2018 terminó de forma parecida para el valor, y luego llegó 2019 y con él, las pérdidas”, opina.
Anwar dice que para que la posición actual sea sólida, necesita confirmar buenas cifras en los próximos trimestre -presentará nuevas cifras a finales de este mes-, generando flujo de caja libre de forma consistente y reduciendo deuda. “Lo malo es que, si se produce cualquier mala noticia, el valor puede reaccionar a la baja de forma brusca, convirtiéndose en blanco de los especuladores”.
También están los que, directamente, se muestran escépticos. Es el caso de Morgan Stanley (NYSE:MS). La casa de análisis reiteró en diciembre su precio objetivo en 250 dólares, asegurando que el valor actual es insostenible.
El suspense para este año, por lo tanto, está servido. Las previsiones son muy buenas, pero los números tendrán que llegar si Musk quiere afianzar la idea que tiene del negocio de Tesla.
Diez años que le ponen por delante de Ford (NYSE:F)
Corría el año 1999 cuando Ford se convertía en el principal fabricante de coches por capitalización de mercado al alcanzar un récord de 80.000 millones de dólares. Fue el mismo año en el que un jovencísimo Elon Musk creaba dos compañías tecnológicas, otra de las cuales se convirtió en la actual PayPal (NASDAQ:PYPL) Holdings.
Diez años más tarde, quien alcanza ese récord es Tesla, superando incluso la cifra de Ford con más de 82.000 millones de dólares. Se convierte así en el mayor fabricante de coches de Estados Unidos por capitalización de mercado, compitiendo, muy a lo lejos, con los 36.000 millones a los que ahora se valora Ford y los 50.000 millones de otro peso pesado del sector, General Motors (NYSE:GM), según datos de Marketwatch.
“Con todo lo dicho, no hay duda de que Tesla ha vuelto a las andadas y que la fábrica de China podría ayudarle a alcanzar nuevos hitos en su historia. De todos modos, Musk debería ser rápido a la hora de demostrar que todos estos buenos números están ayudando a la compañía a alcanzar una rentabilidad sostenida en el tiempo y que los buenos tiempos han llegado para quedarse. Que no volvamos a ver nuevos estallidos en sus burbujas particulares”, concluye Anwar.
De momento, Musk se muestra feliz... (ver vídeo)