Atractivo emergente

 | 13.09.2019 13:06

La deuda soberana emergente denominada en euros ofrece cada vez más oportunidades para diversificar el riesgo de crédito.

Ahora mismo, si un inversor invierte 100 euros en un bono del gobierno alemán que venza dentro de diez años, recibirá menos de 95 cuando recupere el capital en 2029. Y eso sin tener en cuenta la pérdida de poder adquisitivo[1]. Si la tasa de inflación anual media se mantuviese en torno al 1%, en diez años solo se podrían comprar bienes y servicios por valor de 85 euros con esa inversión. Los bonos soberanos alemanes (bunds) están considerados uno de los activos de inversión más seguros de Europa. Sin embargo, presentan bastantes inconvenientes a la hora de preservar el poder adquisitivo o, incluso, el valor nominal. Aunque el uso de ciertas técnicas puede ayudar a preservar el capital (ver nuestro Gráfico de la Semana: Cómo batir las rentabilidades negativas de los bonos gubernamentales), merece la pena buscar alternativas.

Roland Gabert, gestor de fondos en DWS (DE:DWSG), sugiere invertir en deuda soberana de mercados emergentes (ME) denominada en euros. Las opciones de inversión en esta clase de activo han aumentado considerablemente en los últimos años. Aunque la mayoría de los bonos de ME siguen denominados en dólares, el mercado de bonos en euros ha experimentado un fuerte crecimiento desde 2015. Como señala Gabert, el índice J.P. Morgan Euro Emerging Markets Bond ha pasado a incluir siete nuevos países solo en 2019 y ha triplicado su capitalización de mercado desde 2013, como muestra nuestro Gráfico de la Semana. Lógicamente, un universo más amplio puede ofrecer más oportunidades para diversificar el riesgo de crédito.

En términos de riesgo, la deuda soberana emergente no cuenta con la misma calificación AAA que los bonos del gobierno alemán; su calidad crediticia es más parecida a la de la deuda corporativa europea. Curiosamente, los bonos emitidos por diversos países de mercados emergentes continúan ofreciendo una prima de rentabilidad con respecto a los emisores corporativos europeos con una nota de solvencia similar. Esto implica que las tires de la deuda soberana de los principales países europeos (core) también podrían ser un factor clave para la deuda soberana emergente denominada en euros. Por eso no resulta sorprendente que casi un tercio de todos los bonos de mercados emergentes denominados en euros ofrezcan rentabilidades negativas. Aun así, creemos que este universo sigue siendo lo suficientemente amplio como para tenerlo en cuenta.

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