Aumenta la brecha de valoración entre el growth y el value

 | 26.07.2019 15:24

Las acciones growth siguen creciendo mientras que las value siguen ganando valor (definido, en este caso, como un mayor descuento con respecto al mercado). Esto no puede continuar así por mucho tiempo..., pero quizás se prolongue un poco más.

La temporada de resultados nos ha dejado algunos movimientos de precios sorprendentes que quizás respondan, al menos en parte, a la cobertura de las posiciones cortas. Este fenómeno hace referencia a la brusca compra de acciones por parte de inversores que, hasta ese momento, mantenían posiciones cortas en esos valores porque esperaban que el precio cayese. Ocurre, por ejemplo, cuando un valor industrial cíclico publica resultados decepcionantes, pero aun así, su cotización aumenta. A menudo, si los resultados no son tan malos como se esperaba, los inversores pueden verse obligados a cubrir sus posiciones cortas. Otra posible explicación a los sorprendentes aumentos de precios que han experimentado algunas acciones de estilo value –como las del sector alemán de la automoción esta semana– es que las expectativas del mercado ya no pueden caer más, porque las valoraciones ya descuentan el peor escenario posible.

En concreto, las valoraciones de las acciones value reflejan el bajo nivel que han alcanzado las expectativas del mercado, sobre todo en términos relativos. Como puede verse en nuestro Gráfico de la Semana, la prima [1] de valoración de las acciones de crecimiento frente a las acciones de valor (representadas por el índice MSCI ACWI Growth y MSCI ACWI Value, respectivamente), se sitúa en máximos. En términos de PER (ratio precio-beneficios), el growth cuesta un 70% más que el value. «Llevamos tiempo observando que los valores más caros están cada vez más caros mientras que los más baratas están cada vez más baratas», comenta Thomas Schuessler, Co-Head of Equities en DWS (DE:DWSG). En nuestra opinión, esta tendencia puede responder a dos motivos principales. El primero tiene que ver con la actual expansión económica, que se ha prolongado durante mucho tiempo, pero con un crecimiento inferior a la media. Cuanto más dura esta fase de expansión, mayor es el temor a que se acabe. En un entorno de este tipo, los inversores tienden a buscar empresas que puedan seguir creciendo incluso aunque las condiciones económicas no acompañen (históricamente, las acciones de estilo growth han registrado su mejor comportamiento justo antes de que los mercados se desplomasen).

El segundo motivo también está relacionado con el entorno económico. Los bajos tipos de interés oficiales, que los bancos centrales mantendrán durante más tiempo, implican que los beneficios futuros –que obviamente tienen un mayor peso en el caso de las acciones de crecimiento– continúan descontándose a un múltiplo inferior, lo que incrementa su valor actual. «En ausencia de subidas de tipos o de una recesión, no pensamos que esta tendencia vaya a cambiar, aunque tampoco esperamos que continúe con la intensidad mostrada hasta ahora. No obstante, creemos que las acciones growth de calidad continuarán encontrando compradores en un entorno que combina bajos tipos de interés y un elevado crecimiento», concluye Schuessler.

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