Masivamente cortos en la deuda soberana de EE.UU.

 | 04.04.2016 14:51

Los Bond Vigilantes, término del argot para señalar a los más expertos analistas e inversores en los mercados de bonos, comienzan a mostrar inquietud por la posición del combinado rentabilidad/riesgo que ofrece el mercado de deuda de Estados Unidos, resumido en rentabilidades mínimas frente a riesgos diversos y elevados.

La irrupción de la Reserva Federal (Fed) en el mercado, comprando activos en EE.UU. como nunca antes, ha sido esencial para mantener altos los precios de los bonos -baja la rentabilidad- en los últimos años. A medida que avanza la extraña recuperación artificial de la economía, las distorsiones se amontonan y los grandes inversores aumentando la desconfianza, van retirándose de la deuda de EE.UU.

Es el caso de inversores grandes como China, Arabia o Rusia, que habiendo sido históricamente estables, han pasado al lado contrario y de ser compradores netos durante décadas ahora venden.

La acción de la Fed comprando deuda de EE.UU. ha contrarrestado tanto la falta de demanda como la más reciente presión vendedora de estos grandes actores, pero ni su capacidad es ilimitada ni el resto de agentes del mercado han seguido complacientes y ajenos al entramado económico financiero cocinado desde los despachos.

La posibilidad de que la economía de Estados Unidos mejore -aunque a trompicones- o que la inflación repunte siempre ha sido un problema para los inversores en deuda.

Las limitaciones de la Fed para contrarrestar indefinidamente las fuertes corrientes de fondo del mercado son otra de las inquietudes de los expertos.

En la actual coyuntura de mercado, marcada por merma de liquidez, arresto de la libre formación de precios, exceso de valoración y de riesgos, etcétera… cualquier síntoma de avance económico o inflacionista invita a vender con mayor intensidad en un mercado cuya profundidad también ha sido arrestada.

La posición de mercado abierta por estos avezados vigilantes es netamente bajista, según se desprende de los datos del Commitment of Traders, y además la más abultada posición contraria abierta desde hace más de cuatro años.