Comienza el trade de estanflación

 | 05.07.2021 08:19

Todo apunta a que, después de meses con el trade reflación activado, entramos en un escenario nuevo en el mercado definido por un incremento de CPI y una ralentizacion del PIB en Estados Unidos. Se le conoce como estanflación (stagflation en inglés), y tiene varias implicaciones. Las veremos más adelante.

Efectivamente, la Fed prevé un crecimiento a finales del 2021 del 4,5%, inferior al registrado durante la primera mitad del año y, no sólo eso, sino que los indicadores adelantados publicados recientemente parecen confirmar este escenario. Mientras tanto, la inflación parece que puede seguir dando guerra en los próximos meses. Cada vez hay más voces que aseguran que la inflación subyacente, medida en términos de core PCE, será superior a la inicialmente prevista por la Fed. Esto es algo que el propio banco parece reconocer al revisar en su reunión del FOMC del 16 junio, pasando así del 2,4% hasta el 3,4%. Sin embargo, mantiene la tesis de que esta inflación más elevada de la prevista será transitoria. Si hay una variable económica que está en boca de todos, ésa es la inflación. ¿Transitoria? ¿Ha llegado para quedarse? ¿Es por el efecto base? Hay casi tantas opiniones como analistas, y lo que está claro es que será necesario hacer un seguimiento constante para que nuestras decisiones de inversión se ajusten a un entorno macroeconómico que cada vez está tomando más protagonismo a la hora de definir el posicionamiento estratégico de los inversores.

El último dato del índice de precios al consumo (CPI) publicado en junio arrojó un dato del 5%, superior al consenso del mercado. Asimismo, el PCE, siglas en inglés de Gasto de Consumo Personal, subió hasta el 3,9% y, el core PCE, es decir, eliminando las partidas de alimentación y energía, se situó en el 3.4%. Pero, ¿qué puede esperarse en los próximos meses? Según los modelos de series temporales que manejamos, sería de esperar todavía un incremento tanto en términos de CPI, como de PCE y core PCE. En ese sentido, creemos que, aunque el efecto base cada vez es menor, podría parecer razonable pensar que la inflación todavía no ha marcado un techo. ¿Qué nos hace pensar así? Son varias las razones. Por un lado, la propia evolución de la serie temporal y el efecto base, lo que nos lleva a estimar un incremento de media de entre un 0,1% y un 0,2% en el próximo mes. Por otro, sigue habiendo presiones inflacionistas de corto plazo, tanto por el nivel de inventarios, como por retrasos en las entregas de proveedores, y por un claro incremento en los precios pagados. La última encuesta ISM muestra un nuevo máximo en la serie de precios de fabricantes que, como saben, es un buen estimador del índice de precios a la producción (PPI) que, a su vez, suele ser un indicador adelantado del CPI en los próximos meses.

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