Cómo interpretar el pesimismo de cara al siguiente mercado alcista

 | 14.04.2020 09:27

A raíz de la llegada en marzo de un mercado bajista –una caída mayor al 20% debida a los indicadores económicos– en las bolsas de todo el mundo, hemos detectado que muchos inversores han comenzado a preguntarse cuándo terminarán las caídas y se iniciarán las subidas sostenidas. Creemos que esto pone de manifiesto uno de los aspectos más arduos de la inversión: nadie puede acertar con precisión y en tiempo real el final de una tendencia negativa.

El fin de un ciclo depresivo solo puede observarse con claridad en retrospectiva, si bien nuestro estudio de la historia bursátil revela algunos rasgos de los nuevos mercados alcistas. El principal es que nacen cuando el ánimo de los inversores se torna profundamente pesimista. Desde nuestro punto de vista, esto significa que si parte o toda su cartera de inversión requiere las rentabilidades propias de la renta variable y se siente razonablemente cómodo en condiciones de elevada volatilidad, para poder beneficiarse de las grandes revalorizaciones del comienzo de los mercados alcistas, debe estar preparado para ser optimista cuando seguramente menos le apetezca.

El célebre inversor John Templeton acuñó una de las frases más conocidas de la inversión al describir la evolución de la confianza durante los mercados alcistas: «[…] nacen en el pesimismo, crecen en el escepticismo, maduran en el optimismo y mueren con la euforia». Esta frase no es una guía exhaustiva para saber con exactitud cómo operar, pero proporciona un marco conceptual del avance del estado de ánimo respecto a las cotizaciones.

La idea que subyace a esa teoría puede parecer contraria a la lógica, dado que muchos inversores piensan que las acciones solo suben cuando la actualidad es halagüeña. En cambio, el análisis y la experiencia nos dicen que la realidad es más sutil. A nuestro juicio, el precio de las acciones oscila por las diferencias entre las expectativas y la realidad. Así, los valores no tienen una respuesta predefinida ante las noticias buenas o malas, sino que son las perspectivas de los inversores las que juegan un papel decisivo en esta relación, ya que configuran las previsiones.

A modo de ejemplo podemos imaginar un escenario en que muchos analistas esperen que una determinada empresa presente un informe trimestral de beneficios desolador. Si, al final, se acabara anunciando una pérdida menor de la prevista por dichos expertos, en ausencia de otros parámetros negativos, anticiparíamos una subida de sus títulos, pese a los resultados nominalmente malos. Este tipo de sorpresas positivas, a causa de realidades menos negativas de lo vaticinado, suelen influir sustancialmente en las cotizaciones.

Obtenga la app
Únase a los millones de personas que se mantienen al tanto de los mercados financieros mundiales con Investing.com.
Descargar

Sigamos ahora con el ejemplo contrario, una situación en la que muchos observadores pronostican que una empresa publicará unos beneficios trimestrales estupendos, fruto de las proyecciones de ventas de un producto nuevo. Si, a la hora de conocer el informe, los resultados no son tan buenos, a pesar de ser sólidos y de que la noticia sea positiva en términos absolutos, la capitalización bursátil podría resentirse. Esta dinámica del mercado no solo se da al nivel individual de las compañías, sino que sirve para el conjunto del mercado, lo que, en definitiva, ilustra la famosa frase de sir John Templeton.

Para los inversores inmersos en pleno mercado bajista, la primera parte de la cita es la más relevante hoy: los mercados alcistas generalmente arrancan cuando cunde el desánimo y el miedo campa a sus anchas. En esos momentos se puede observar que las malas noticias copan todos los informativos y que las acciones vienen declinando durante un periodo largo. De nuevo recurrimos a la experiencia y a la historia, que nos enseñan que los inversores tienen mucho menos interés en conservar títulos de renta variable en sus carteras al final de los mercados bajistas, cuando perciben el futuro de forma muy crítica. Es en esos momentos cuando nos parece que el desajuste entre las expectativas y la realidad alcanza sus cotas máximas.

Viajemos a marzo de 2009, cuando tocaba fondo el último mercado bajista mundial, un momento en que la renta variable llevaba un año y medio depreciándose . Muchos analistas advertían de que lo peor estaba por llegar y, pese a esta coyuntura de malas y pésimas noticias, surgió el último mercado alcista.

Algo similar ocurrió en la eurozona, donde sufrieron un mercado bajista en 2011 y una recesión entre el cuarto trimestre de 2011 y el primero de 2013 .

Estos episodios demuestran que los mercados son un mecanismo de descuento de expectativas que no espera a la resolución de todos los problemas para comenzar a apreciarse. Según nuestro criterio, los mercados asumen las expectativas con las vistas puestas en un plazo de entre 3 y 30 meses y comienzan a recuperarse cuando cifran la probabilidad de que un futuro entorno económico más favorable permita a las empresas retomar la senda del crecimiento y los beneficios. Cabe resaltar, no obstante, que el estado de ánimo no cambia de un día para otro, ya que muchos inversores, asustados por la persistencia de la mala racha, se muestran muy suspicaces ante las primeras ganancias de los mercados alcistas, que suelen tratar entonces de “falsa recuperación”. Esto incita a muchos a vender tras el primer repunte, o a esperar a que el panorama se despeje aún más para dar credibilidad a esos ascensos y comprar.

La máxima de Templeton sugiere que, llegado un punto, los inversores por fin asumen que el mercado alcista ha llegado para quedarse, si bien muchas veces este cambio de actitud no se manifiesta sino tras años de subidas. Esto se ha hecho evidente en el último ciclo positivo, el más largo de la historia, que se mantuvo en la fase de escepticismo durante buena parte de su evolución.

Los inversores, también en esta ocasión, probablemente tengan que lidiar con una avalancha de noticias negativas y un absoluto pesimismo frente al futuro inmediato. Si necesita que parte o toda su cartera de inversión aproveche las rentabilidades de la renta variable a largo plazo, caer en la desesperanza puede ser un riesgo serio de consecuencias trascendentales para su porvenir.

Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited, (“Fisher Investments España”). Fisher Investments España está inscrita con domicilio social en calle Junta de Castilla y León, 8, 28660 Boadilla del Monte (Madrid), con NIF W0074497I, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, en el tomo 39501, folio 110, inscripción 1, hoja M-701327, y en el Registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Empresas de Servicios de Inversión del Espacio Económico Europeo con Sucursal en España, con el número 126. El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments España y Fisher Investments Europe, y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal, ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No existe garantía alguna de que Fisher Investments España o Fisher Investments Europe sigan sosteniendo estas opiniones, que pueden cambiar en cualquier momento a partir de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información aquí contenida no pretende ser una recomendación o pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en este documento. Invertir en los mercados financieros implica un riesgo de pérdida, y no hay garantías de que todo o parte del capital invertido sea reembolsado. La rentabilidad pasada no garantiza ni indica los resultados futuros de manera fiable. El valor de las inversiones y los ingresos procedentes de ellas están sometidos a la fluctuación de los mercados financieros mundiales y de los tipos de cambio internacionales.

i Fuente: FactSet (NYSE:FDS), a 31/3/2020. Índice MSCI World con reinversión de dividendos (en euros, 10/9/2007-9/3/2009).

ii Fuente: “World Economic Outlook, April 2010: Rebalancing Growth” (‘Perspectivas para la economía mundial, abril de 2010: Reequilibrar el crecimiento’), Olivier Blanchard, Jörg Decressin, Petya Koeva Brooks y personal del FMI, World Economic Outlook (‘Perspectivas para la economía mundial’), Fondo Monetario Internacional, abril de 2012.

iii Fuente: “The Impact of the Economic Crisis on Euro Area Labour Markets”, (‘El impacto de la crisis económica en los mercados laborales de la zona del euro’), grupo de trabajo del SEBC, Boletín mensual del BCE, octubre de 2014.

iv Fuente: FactSet, a 30/3/2020. Índice MSCI EMU con reinversión de dividendos (en euros, 18/2/2011-12/9/2011).

v Fuente: “Unemployment of Europe's Young People Soars by 50%” (‘El desempleo de los jóvenes europeos se dispara un 50%’), Ian Traynor, The Guardian, 16 de abril de 2012.

vi Íd. nota iv.

Las operaciones con instrumentos financieros o criptomonedas implican un elevado riesgo, incluyendo la pérdida parcial o total del capital invertido, y pueden no ser adecuadas para todos los inversores. Los precios de las criptomonedas son extremadamente volátiles y pueden verse afectados por factores externos de tipo financiero, regulatorio o político. Operar sobre márgenes aumenta los riesgos financieros.
Antes de lanzarse a invertir en un instrumento financiero o criptomoneda, infórmese debidamente de los riesgos y costes asociados a este tipo operaciones en los mercados financieros. Fije unos objetivos de inversión adecuados a su nivel de experiencia y su apetito por el riesgo y, siempre que sea necesario, busque asesoramiento profesional.
Fusion Media quiere recordarle que la información contenida en este sitio web no se ofrece necesariamente ni en tiempo real ni de forma exacta. Los datos y precios de la web no siempre proceden de operadores de mercado o bolsas, por lo que los precios podrían diferir del precio real de cualquier mercado. Son precios orientativos que en ningún caso deben utilizarse con fines bursátiles. Ni Fusion Media ni ninguno de los proveedores de los datos de esta web asumen responsabilidad alguna por las pérdidas o resultados perniciosos de sus operaciones basados en su confianza en la información contenida en la web.
Queda prohibida la total reproducción, modificación, transmisión o distribución de los datos publicados en este sitio web sin la autorización previa por escrito de Fusion Media y/o del proveedor de los mismos. Todos los derechos de propiedad intelectual están reservados a los proveedores y/o bolsa responsable de dichos los datos.
Fusion Media puede recibir contraprestación económica de las empresas que se anuncian en la página según su interacción con éstas o con los anuncios que aquí se publican.

Cerrar sesión
¿Está seguro de querer cerrar la sesión?
No
Cancelar
Guardando los cambios