Criptodivisas vs. Metaverso: ¿Dónde debe acabar la tecnología y empezar realidad?
Andy Hecht | 25.10.2021 17:29
Este artículo ha sido escrito en exclusiva para Investing.com
- ¿Qué es el metaverso?
- Al igual que con las criptomonedas, mi reacción inicial podría ser errónea; la tecnología impregna todos los aspectos de nuestras vidas
- La tecnología financiera es el futuro
- Los increíbles avances tecnológicos en mi vida
- Realidad frente a fantasía: una cuestión compleja
A mis 60 años, soy de la vieja escuela en muchos aspectos. Cuando empecé mi carrera en el negocio de las materias primas, el ordenador estaba en una planta aparte, en una sala refrigerada. En los años 80, los ordenadores personales empezaron a aparecer en los escritorios. Los cálculos que antes tardaban horas en completarse de pronto se hacían en nanosegundos.
Históricamente, la innovación se ha producido a la velocidad del rayo. El concepto más reciente es el "Metaverso", un término que se supone que abarca la realidad digital. Para ser sincero, no lo entiendo. La tecnología ha mejorado nuestras vidas en el aquí y ahora. El "Metaverso" está —como decía el cómico Rodney Dangerfield en su película clásica, Regreso a la escuela— situado en "tierra de fantasía".
¿Qué es un metaverso?
Para hacer las cosas realmente confusas, el término metaverso no tiene un único creador ni una definición consensuada. A grandes rasgos, combina aspectos de las redes sociales, la realidad aumentada, los juegos online y las criptomonedas, para formar una "realidad digital" que permite a los usuarios actuar e interactuar virtualmente.
El Wall Street Journal describe el metaverso de esta manera:
"Un mundo extenso que trasciende las plataformas tecnológicas, donde las personas existen en espacios virtuales inmersivos y compartidos. A través de avatares, la gente podría probarse los artículos disponibles en las tiendas o asistir a conciertos con amigos, igual que lo harían sin conectarse".
El metaverso "oficial" requerirá una enorme potencia de cálculo, incluidas herramientas y códigos que aún no se han creado, escrito ni están disponibles. Durante la convocatoria de resultados de Facebook (NASDAQ:FB) de julio, el director ejecutivo Mark Zuckerberg dijo:
"Es un entorno virtual en el que puedes estar presente con la gente en espacios digitales. Se puede pensar en esto como una encarnación de Internet en la que se está dentro en lugar de sólo observar. Creemos que va a ser el sucesor del Internet móvil".
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Mientras tanto, las primeras versiones del metaverso ya existen en algunas plataformas de juegos digitales. Roblox, Second Life y Fortnite ofrecen un mundo virtual con todo tipo de actividades, desde comercio hasta conciertos.
Sus defensores dicen que el Metaverso creará una extensión de la humanidad y la creatividad. Esta idea me resulta difícil: adentrarse en Internet es alejarse de la realidad y de todas las experiencias sensoriales de la vida real en el mundo real.
Al igual que con las criptomonedas, mi reacción inicial podría ser errónea; la tecnología impregna todos los aspectos de nuestras vidas
Sin embargo, el hecho de haber asistido en primera fila a las últimas seis décadas de avances tecnológicos, que empezaron a cobrar fuerza en los años 80, me ha abierto los ojos a las posibilidades. Mi reacción instintiva ante el metaverso es descartarlo por considerarlo una forma de escapar de la naturaleza y del mundo. Pero esa fue también mi reacción inicial ante las criptomonedas.
La minería de Bitcoin me parecía un videojuego en el que la minería era el juego y la recompensa eran las monedas. Al igual que aquellas monedas de las máquinas recreativas de mi juventud, creía que nunca servirían para comprar nada de verdad.
Resulta que estaba muy equivocado. Si hubiera comprado sólo 100 dólares en Bitcoin cuando oí hablar por primera vez de la criptomoneda y me los hubiera quedado, habrían valido más de 120 millones de dólares a finales de la semana pasada.
Tal vez sea de la vieja escuela, pero mi reacción inicial ante el Metaverso es la misma. La vida real es maravillosa; no necesito vivir la mía en una realidad virtual dentro de Internet.
La tecnología financiera es el futuro
Sin embargo, la tecnología financiera o fintech es el futuro. No tengo ninguna duda al respecto. La tecnología blockchain lo ha cambiado todo, ya que refleja la necesaria evolución de los negocios.
Las criptomonedas están floreciendo porque la fe y el crédito de los Gobiernos que emiten dinero o moneda de curso legal se han deteriorado. Los individuos buscan colectivamente alternativas que devuelvan el poder del dinero a las masas.
En su obra de 2004, The Wisdom of Crowds (“La sabiduría de las multitudes”), el autor James Surowiecki destacó ejemplos que demuestran que "los muchos son más inteligentes que los pocos y cómo la sabiduría colectiva da forma a los negocios, las economías, las sociedades y las naciones".
Las criptomonedas encarnan la sabiduría de la multitud, y su auge es la prueba de que la tecnología financiera y los medios de intercambio que trascienden fronteras y el control gubernamental son el futuro.
En este sentido, el Bitcoin es el líder de la manada de las criptomonedas. Tras cotizar a cinco céntimos por moneda en 2010, los futuros de Bitcoin se negociaron por primera vez en la Bolsa Mercantil de Chicago a poco más de 20.000 dólares por moneda a finales de 2017.
Fuente: CQG
El gráfico mensual muestra que el Bitcoin registró nuevos máximos históricos la semana pasada, a 67.680 dólares por moneda. Algunos califican las criptomonedas de peligrosas, otros dicen que son una burbuja. Sin embargo, la mayoría de los detractores de las monedas digitales tienen un gran interés en mantener el statu quo.
La multitud sigue impulsando el Bitcoin. La tendencia al alza del valor es la sabiduría de la multitud.
Los increíbles avances tecnológicos en mi vida
A menudo pienso en los cambios que se produjeron durante la vida de mis abuelos. Pasaron por un par de Guerras Mundiales y una Gran Depresión. Vieron aparecer la radio y la televisión, que sustituyeron a los periódicos y a la comunicación oral de los últimos acontecimientos. La transformación fue asombrosa para los nacidos a finales del siglo XIX y principios del XX.
Cuando yo era un niño, sólo había un puñado de canales de televisión. Hoy hay miles. El Betamax dio paso al VCR, al DVR y, ahora, al streaming.
Mi coche arranca con solo pulsar un botón. Ha habido demasiados avances tecnológicos en las últimas décadas como para mencionarlos. El ser humano tiene una aversión natural al cambio, pero la tecnología ha mejorado nuestras vidas, haciéndolas más eficientes y fáciles.
Realidad frente a fantasía: es una cuestión compleja
Mi problema con el metaverso se remonta a ese viejo dicho de "despierta y huele las rosas". Aunque parece lógico que la próxima fase de la tecnología apele a nuestros sentidos de la vista y el oído, los olores y los sabores podrían ser otra cosa. Sigo sintiéndome cómodo con la realidad.
Aun así, aprendí una lección con las criptomonedas, así que me resisto a descartar el potencial del Metaverso. Sin embargo, la realidad frente a la fantasía es una cuestión compleja que probablemente cambiará nuestras vidas, aunque de forma aún no determinada.
Las empresas tecnológicas podrían ganar mucho dinero a medida que el Metaverso se afiance. Mi pregunta es: ¿a qué coste para los usuarios?
Las operaciones con instrumentos financieros o criptomonedas implican un elevado riesgo, incluyendo la pérdida parcial o total del capital invertido, y pueden no ser adecuadas para todos los inversores. Los precios de las criptomonedas son extremadamente volátiles y pueden verse afectados por factores externos de tipo financiero, regulatorio o político. Operar sobre márgenes aumenta los riesgos financieros.
Antes de lanzarse a invertir en un instrumento financiero o criptomoneda, infórmese debidamente de los riesgos y costes asociados a este tipo operaciones en los mercados financieros. Fije unos objetivos de inversión adecuados a su nivel de experiencia y su apetito por el riesgo y, siempre que sea necesario, busque asesoramiento profesional.
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