Crucemos los dedos con el sector servicios

 | 28.02.2020 15:17

Hasta ahora, el sector servicios ha venido marcando la tendencia de toda la economía. Sin embargo, el nuevo coronavirus amenaza con frenarlo.

La economía lleva varios trimestres moviéndose a dos velocidades. Por un lado, la industria y la manufactura han avanzado lentamente. Desde mediados de 2018, el conflicto comercial, la menor demanda de coches, la caída de los pedidos de bienes de equipo y el brexit han obstaculizado su trayectoria. Sin embargo, el sector servicio ha ido ganando dinamismo, mostrado una tendencia muy diferente.

Esta divergencia también se ha visto reflejada en los indicadores de sentimiento. Fijémonos, por ejemplo, en la evolución de los índices de gestores de compras (PMI) que recoge nuestro Gráfico de la Semana. La fortaleza del sector servicios ha evitado que muchas economías cayesen en recesión, incluida la de Alemania, donde el sector industrial tiene un peso superior a la media.

La mejora del sentimiento relativo al sector industrial se ha hecho evidente en los últimos meses, algo a lo que sin duda han contribuido el aumento de la demanda de coches y la tregua comercial entre China y EE. UU. De ahí el repunte que observamos a principios de año.

Sin embargo, en vez de que el sector industrial le siga el ritmo al sector servicios, el miedo es que pase justamente lo contrario, es decir, que el sector servicios se ralentice a consecuencia del coronavirus, que parece haber gripado el motor de la economía mundial. Muchos proveedores de servicios se están viendo muy afectados: las aerolíneas, el turismo, la gastronomía y los organizadores de eventos culturales y deportivos se cuentan entre las víctimas más obvias.

Los datos económicos publicados hasta la fecha ya apuntan hacia una desaceleración de la economía asiática. Es probable que la primera semana de marzo resulte particularmente reveladora para el resto del mundo, ya que la publicación de las encuestas de confianza empresarial debería darnos más pistas sobre el impacto inicial de una ralentización del sector servicios en el crecimiento de la economía mundial. En cualquier caso, no se espera que el sector industrial pueda prolongar la aceleración registrada recientemente.