Cuando el río suena, al euro no le gusta que lleve agua

 | 21.11.2017 13:08

Los inversores necesitan tranquilidad política e institucional. Ya lo vimos con el nuevo Gobierno en coalición de Nueva Zelanda, donde el Kiwi no tuvo el mejor rendimiento que se podría esperar; también el dólar estdounidense ha sufrido cierta devaluación cuando han surgido rumores de que la reforma fiscal no las trae todas consigo para ser aprobada. En definitiva, el "ruido" no suele ser bueno para las bolsas en general y más específicamente para las divisas, que es el tema a tratar.

A día de hoy, Europa tiene muchos focos que atender. Ha sido una subida muy pronunciada desde las elecciones de Francia para el EUR/USD, debido al más que probable exceso de confianza en la economía europea o al deseo exhaustivo de querer salir de un agujero (populismos, sistemas bancarios con graves problemas de crédito, elecciones, etc.) que parecía no tener final. Es por esto que ante unos meses de relativa tranquilidad, estemos hablando de un euro que ha tocado varias veces la barrera del 1,2 para volver a descender.

Pero la realidad ha vuelto y ya estamos viendo lo difícil que le está resultando a la canciller alemana Merkel formar gobierno. Esta semana hemos sabido que las negociaciones no han sido fructíferas y la coalición "Jamaica" (la única factible para un gobierno estable) ha dejado paso a una situación de incertidumbre inédita en Alemania. Recordemos que los socialdemócratas se negaron en rotundo cuando se les propuso formar de nuevo una gran alianza después del descalabro electoral de las pasadas elecciones. La unión UDC - SPD, siendo tan perjudicial para éste último, evidentemente, es un fantasma a eliminar. Un error que, de momento, no pueden permitirse los socialistas.

Así que el río empieza a sonar y esto al euro no le gusta. Adjuntaré una imagen que me gustaría comentar sobre todo para sacar varias conclusiones relacionadas con lo expuesto más arriba: