Donde dije digo, digo Diego. Institucionales cortos en Ether

 | 06.12.2021 16:30

La capacidad de los bancos centrales de darle la vuelta como a una tortilla a su discurso de un día para otro, sin que esto les suponga hacer ni una sola mueca de desagrado por tener que desdecirse, está sólo al alcance los mentirosos patológicos y de los faltos de conciencia.

La semana pasada, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reconocía en su comparecencia ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, que era el momento de eliminar la etiqueta “transitoria” al referirse a la inflación; por otra parte, Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) advertía de la “persistencia de la inflación”, por lo que pedía que no se subieran los salarios para evitar que las actuales tensiones inflacionistas pudieran convertirse en un problema endémico en Europa cuando sólo unos días antes, ambas instituciones, Fed y BCE, sostenían en sus discursos oficiales la transitoriedad de la inflación. Si a eso añadimos que Christine Lagarde, el viernes pasado, se desmarcaba de su homólogo americano y de las declaraciones de su propio vicepresidente al volver a defender la transitoriedad de la inflación en Europa, aumenta la sensación entre los inversores de falta de rigor, de descontrol, y de credibilidad en estas instituciones.

En artículos anteriores, en particular en la Visión de Mercados publicada el 6 de septiembre, decíamos que los propios modelos del Banco de la Reserva Federal de St. Louis asignaban probabilidades muy altas de que la inflación estuviera por encima del 2,5% en los próximos doce meses. A pesar de ello, el mensaje oficial seguía siendo que la inflación era transitoria. Con datos de noviembre, este mismo modelo de presiones inflacionistas asigna una probabilidad del 90%, la más alta desde enero de 2006.

Al mismo tiempo, las presiones salariales aún pueden empeorar en EE. UU. Aunque el crecimiento de los salarios en el sector privado ha caído en noviembre hasta el 4,13%, desde el 4,99% anterior, supone una presión inflacionista que estimamos en 58 puntos básicos, y que en todo caso es muy superior a la media de 22 puntos básicos de las últimas dos décadas.

¿Qué va a ocurrir en los próximos meses con la inflación?

Como saben, las decisiones de acelerar o no la retirada de estímulos monetarios, así como la de subir tipos de interés durante el 2022 son directamente dependientes de la evolución de los precios. Sin embargo, hacer previsiones económicas es extremadamente complejo, tal y como se concluye a la vista de la cantidad de errores de bulto que comete el staff económico del FMI, de la OCDE, o de los bancos centrales, por nombrar algunas instituciones oficiales en materia económica. Con todo y con eso, según las proyecciones de nuestros modelos econométricos sobre el Consumer Price Index (CPI) de EE. UU., estaríamos próximos a ver los máximos, que se producirían entre los meses de noviembre y diciembre para, a continuación, comenzar a ceder algo de terreno durante el primer trimestre de 2022. Dado el contexto de incertidumbre económica, ir más allá en el tiempo es complejo y será necesario disponer de datos de la evolución de la economía durante los primeros meses del año próximo para estimar el efecto en los precios en meses ulteriores, ya que la potencial ralentización que se espera para entonces podría reducir en parte las tensiones inflacionistas en el corto plazo, lo que a su vez quitaría en cierta medida presión a la Fed para tener que aumentar la velocidad del tapering. Esto sería positivo para las bolsas, que ya han descontado la reducción del ritmo de compras en 15.000 millones de dólares mensuales anunciado por la Fed.

Obtenga la app
Únase a los millones de personas que se mantienen al tanto de los mercados financieros mundiales con Investing.com.
Descargar


Flujos netos de efectivo

A pesar de la dureza de las caídas en la renta variable, la semana pasada fue muy positiva en lo que se refiere a los flujos netos de efectivo. Así, al menos, es lo que se deriva de los datos de FactSet (NYSE:FDS), que estima que los ETFs de renta variable americana recibieron más de 14.000 millones de dólares, frente a algo menos de 1.900 de renta fija.

Si atendemos a los datos de Refinitiv Lipper, las entradas netas en fondos de renta variable fueron de 13.000 millones de dólares, mientras que los de renta fija experimentaron una salida neta de 6.800 millones de dólares. Es la primera semana de las últimas cinco, en la que los inversores han sacado efectivo de fondos de renta fija, y no una cantidad pequeña precisamente.

No obstante, las inyecciones de efectivo en la renta variable deben matizarse por la cautela que se deriva de los 26.000 millones de dólares que se han retirado a fondos del mercado monetario. Por tanto, optimismo entre los inversores, sí, pero guardándose éstos balas en la recámara para poder tomar posiciones a precios más atractivos, en caso de que las caídas continúen.

En el mercado de derivados, el cambio más relevante, a nuestro juicio, es que los inversores institucionales han incrementado su exposición a bolsa en su cartera, que queda de la siguiente manera: 76,7% (+2,2%) en renta variable; 14,8% renta fija; y 8,2% en materias primas.


Seguimiento de la Fuerza Relativa Tendencial

La FRT ha continuado su caída en todas las clases de activos, por lo que a cierre del viernes, las tres clases sobre las que publicamos semanalmente datos, se encuentran en zona lateral-bajista. Los índices de volatilidad se mantienen en zona lateral-alcista, por lo que es de esperar que los mercados sigan mostrando debilidad en las próximas jornadas.