El escalofriante riesgo de la Bolsa argentina

 | 04.02.2015 01:03


La palabra riesgo en inversiones es extremadamente utilizada. Para mi gusto, un poco más de la cuenta.

Sabemos que, per sé, una inversión en Bolsa entraña más riesgo que otras inversiones tradicionales como un depósito a plazo fijo. Pero no descubro nada con ello, sino que confirmo la regla que rige en los mercados globales: a mayor riesgo, mayor retorno esperado asociado.

Pero cuando hablamos de riesgo, ¿a qué nos referimos exactamente?

Para medir el riesgo de una inversión en el mundo bursátil se utiliza la noción de volatilidad, la cual está asociada a la variable estadística de desvío estándar. En términos simples, este indicador señala cuál es el nivel promedio de desvío de precios respecto un precio promedio en un período de tiempo determinado.

Cuanto mayor es el desvío estándar, más volátil es el activo: implica que los movimientos de precios oscilan mucho más en relación al precio promedio de ese rango de fechas.

A menudo solemos señalar que la Bolsa argentina es una de las más volátiles del mundo. Esto se debe,en parte, al pequeño tamaño relativo del mercado, la baja liquidez de muchas acciones y la inercia cambiante de la economía local.

No hay duda de ello. Esto es así.

Mientras que en las bolsas desarrolladas, como los principales índices de Wall Street o Europa, el nivel promedio de volatilidad o desvío se ubica por debajo del 20% anual, para el Merval, principal índice de acciones argentinas, ese nivel más que se duplica.

Por ejemplo, para las últimas 40 ruedas bursátiles, la volatilidad llegó al 49%. Esto es altísimo. Y hasta intolerable para los inversores con perfiles de riesgo más conservador.
Cuando desagregamos el análisis, observamos que los niveles de volatilidad de las acciones integrantes del índice son aún más grandes, llegando, en algunos casos, al 93% (como en (BA:Petrobras Brasil).