El inversor medio es un inversor horrible

 | 17.12.2014 08:41

He repetido hasta la saciedad que en la Bolsa, como en otros asuntos de la vida, hay que huir de los fanfarrones (esos que ganan dinero a espuertas especulando), de los vendedores de crecepelo, al más puro estilo de las películas del Oeste americano, y, en general, de timadores, pícaros y buscavidas. La inversión en Bolsa es difícil y compleja por definición. De no ser así, todo el mundo dejaría sus trabajos para espcular y vivir holgadamente de la Bolsa ¿no? Así, la gente no suele invertir bien. Debido a la forma en la que nuestros cerebros funcionan, no podemos dejar de comprar cuando los precios están altos, por miedo a perdernos las subidas. Y luego vendemos esas inversiones después de que los precios hayan caído por temor a perder aún más dinero. Por desgracia, la historia muestra que deberíamos hacer exactamente lo contrario. Este gráfico de JP Morgan Asset Management resulta familiar. Demuestra que en los últimos 20 años, la rentabilidad anual obtenida por el inversor medio ha estado por debajo de todas las grandes clases de activos financieros. El rendimiento medio que obtiene el inversor minorista apenas superan la tasa de inflación.