El litio fue la materia prima con mejores resultados por segundo año consecutivo

 | 16.01.2023 12:19

A principios de año, actualizamos nuestra popular tabla periódica de rentabilidades de las materias primas, que es totalmente interactiva e incluye datos a 10 años. También es posible descargarse la tabla en formato PDF.

Los que lleven mucho tiempo siguiéndonos, se darán cuenta de que ha habido una nueva inclusión en la tabla de este año: el litio. Este metal blando y plateado, un material cada vez más importante y codiciado por su utilización en la fabricación de baterías, encabezó la lista de materias primas con mejores resultados por segundo año consecutivo.

Puede que el litio no sea un metal tan conocido como el oro o el cobre, pero esto está cambiando rápidamente. Tras dispararse un 442,8% en 2021, los precios del "oro blanco" subieron un 72,5% a finales de 2022, ya que las ventas de vehículos eléctricos (VE) siguieron representando una parte cada vez más grande de las ventas totales de vehículos en todo el mundo. Muchos países planean ir eliminando gradualmente los vehículos con motor de combustión interna ICE para finales de esta década o de la próxima. Por ejemplo, California, que se encuentra entre los 10 mayores mercados automovilísticos del mundo, se convirtió en el primer estado de EE. UU. en fijar el una meta de venta del 100% de VE para 2035.

Se prevé que las ventas de VE sigan creciendo en 2023, aunque a un ritmo más lento. S&P Global estima que se venderán 3,3 millones de unidades, frente a los 3,6 millones del año pasado. Entre las dificultades que se pueden encontrar a corto plazo, se incluyen los retos que supone la reapertura de China, así como el precio más elevado de los préstamos en EE. UU. y Europa. No obstante, la consultora sigue mostrándose optimista con respecto a la demanda a futuro de VE, lo que a su vez debería aumentar el consumo de litio y otros metales críticos.

El conflicto en Ucrania catapultó a la energía al primer puesto/h2

A excepción del carbón, los combustibles fósiles tuvieron un año destacado, en el que el gas natural aumentó aproximadamente un 20% y el crudo un 6,7%. Esto se debió en gran medida a las interrupciones de la oferta y la demanda provocadas por la invasión rusa de Ucrania y la crisis energética que se produjo en Europa.