El mercado es presa del pánico

 | 17.12.2014 12:43

Los movimientos de ayer olían claramente a pánico en los mercados. La caída de casi un 20% en el rublo y los enormes movimientos en la NOK (casi un 7% de movimiento en el EUR/NOK que se dio totalmente la vuelta en las siguientes cuatro horas) no eran racionales. Sin embargo, los mercados se calmaron un tanto hacia el final de la jornada americana, y muchos de los mayores movimientos se dieron la vuelta.

El USD/JPY por ejemplo pasó de hacer un mínimo en los 115.57 a terminar la jornada americana en torno a los 117.30, apenas cambiado con respecto a su apertura europea de esa mañana. En tales condiciones los fundamentales quedan fuera de la mesa, y todo es cuestión de sentimiento de mercado. El gobernador del banco central de Rusia ha descartado la posibilidad de imponer controles de capital, pero esa sería la única manera de evitar que la divisa se deprecie más.

Las persistentes ganancias del dólar contra las divisas emergentes presagian problemas para la economía mundial. Se ha debatido mucho cómo en los últimos años las empresas de muchos países emergentes han conseguido financiarse mediante bonos denominados en dólares. Cada vez que el dólar se mueve al alza, les aumenta el coste de los intereses. Es probable que esto represente una creciente carga en muchos países.

El petróleo crudo cayó más ayer, ya que el mercado sigue ignorando todas las noticias alcistas y se centra sencillamente en el escenario de oferta/demanda más amplio, de más largo plazo. Los problemas a los que se enfrenta el mercado incluyen: que la producción en el estado de Dakota del Norte ha bajado, el número de pozos de petróleo inactivos se incrementa, Libia ha dejado de embarcar crudo en dos puertos debido a los enfrentamientos armados, y los trabajadores del petróleo hacen huelga en Nigeria.

Eventualmente, el pánico debería remitir y deberíamos comenzar a ver estabilizarse al crudo, lo que traería un respiro muy necesario a otros mercados. Sin embargo, el aspecto técnico muestra un impulso bajista persistentemente fuerte (ver más adelante), y por tanto no espero que esto vaya a suceder hoy.