Entendiendo el problema de Argentina en términos económicos

 | 28.10.2019 10:45

El peronista Alberto Fernández ganó las elecciones en Argentina con el 47% de los votos y el presidente liberal Mauricio Macri quedó por detrás con casi el 41%. De esta manera, Fernández gobernará con su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner desde el 10 de diciembre con un mandato que durará hasta 2023.

Cuando hace 4 años Macri ganó las elecciones, los mercados financieros creyeron que lograría meter al país en la disciplina fiscal. La realidad es que al llegar al poder había un control cambiario que en 2011 implementó Cristina Fernández de Kirchner para evitar la fuga de dólares. Macri no se lo pensó y fue contra este control, hecho que llevó al ARS/USD a depreciarse un 40% frente al dólar. Por un momento Macri logró hacerse con los mandos de la economía, pero no duró mucho. A mediados de 2018, muchos inversores extranjeros decidieron sacar su dinero de Argentina y Macri se vio obligado a acudir al Fondo Monetario Internacional para obtener un préstamo de más de 50.000 millones de dólares.

Finalmente, Macri se va de la presidencia con un PIB débil (cayó un 2,5% en 2018 y bajará un 3,1% este año), con el desempleo más elevado en 13 años y con una inflación del 53,5%. Y es que la economía de Argentina sigue marcada por la recesión, una inflación abultada y una desconfianza general de los inversores.

Elementos clave:

- Argentina cerrará este año como el tercer país del mundo con más inflación, solo por detrás de Venezuela y Zimbabue. Se espera que termine el ejercicio en torno a una subida del 57% respecto al año pasado, algo nefasto porque merma el poder adquisitivo de las familias y por tanto el consumo, con lo que la economía no se recupera. Al llegar Macri era del 30%, hoy va camino del doble.

- Las reservas en dólares juegan un papel clave en Argentina para evitar o al menos controlar la devaluación de su moneda.

Al llegar Macri, las reservas estaban en 24.000 millones de dólares, logró que subieran a 77.000 millones y luego se redujeron a 47.000 millones, ya que el Banco del país tuvo que recurrir a ellas para contener la depreciación del peso. En la mente de todos está que después de las primarias, los argentinos acudiendo en masa a los bancos para retirar sus depósitos o convertirlos en dólares. Esta vez, muchos quisieron ser previsores y el viernes pasado sacaron de los cajeros automáticos la mayor cantidad de pesos posibles para cambiarlos a dólares ante la temida devaluación que podría llegar hoy lunes. Es más, hubo empresas que adelantaron para la semana pasada el pago de la nómina mensual porque temían que perdiera valor el lunes.