Entre el miedo y la confianza: el ratio VXV:VIX

 | 26.07.2018 14:39


Esta semana vamos a introducir el índice de volatilidad de tres meses del CBOE, VXV, que junto con el índice de volatilidad a 30 días, VIX, puede alertarnos a picos de mercado o incluso de la entrada o salida en una tendencia bajista.

El VIX es uno de los indicadores más consultados por los inversores, pero a menudo mal analizado. Según su creador, Devesh Shah, el VIX "sólo nos dice el estado del tiempo ... si estamos en invierno estará muy frío, si es verano está muy caliente ... él no dice nada sobre el futuro". De forma efectiva sabemos que cuando la volatilidad del mercado aumenta (disminuye) porque empieza a corregir (recuperar), llevan a los inversores a protegerse (relajarse) a corto plazo, con opciones, aumentando (disminuyendo) el valor del VIX. El problema del VIX es que, muchas veces, es inconstante y no traduce de forma eficaz los problemas a corto plazo. A su vez, el VXV, por ser de una duración más larga, 93 días, logra evitar alguna turbulencia del corto plazo.

Sin embargo, el índice VXV:VIX parte de una idea diferente, que pretende analizar si los inversores están más asustados a 30 días o a 3 meses. Cuando analizamos la relación entre ellos, si el mercado cree que no hay un riesgo anormal a corto plazo, el VXV tendrá que ser negociado con un premio en relación al VIX, pues la incertidumbre a 3 meses es mayor de 1 mes. En condiciones excepcionales, de pánico en los mercados de capitales, los inversores van a procurar proteger a sus carteras a corto plazo, aumentando el VIX. Esta incertidumbre a corto plazo puede ser tan grande que el valor del VIX supera el valor del VXV, presentando el índice VXV:VIX un valor inferior a 1.