Estrategias en materias primas para el 1T: cunde la desolación

 | 13.01.2015 16:21

Las materias primas han protagonizado en 2014 y por cuarto año consecutivo caídas y ya han tocado niveles que no se veían desde el año 2009, cuando la economía global sufrió un duro revés debido a las consecuencias de la quiebra de Lehman Brothers.

En la primera década de este milenio vimos cómo China protagonizaba un ascenso masivo en la demanda de materias primas que disparó los precios de este mercado.

Este repunte en los precios ofreció a los productores el incentivo financiero para aumentar la producción y el impacto se está dejando notar ahora, unos años después. La combinación de la subida del dólar con el incremento de la producción de un montón de materias primas clave, desde el sector de la energía a los metales industriales, ha sometido los precios de las materias primas a una enorme presión.

Y lo que es aún más importante, la actual caída de la demanda en los mercados emergentes perjudica las perspectivas de subidas de precios en los primeros meses de 2015 como mínimo.

Pero no todo son malas noticias. La recuperación económica de EE.UU. sigue adelante a buen ritmo y la importante caída de los precios del crudo debería ser un apoyo para el crecimiento en muchos países, puesto que los consumidores se benefician de la caída del precio del petróleo en las gasolineras y las grandes industrias del sector energético reducen los costes de insumos.

No obstante, no esperamos que el impacto se vaya a dejar notar durante otros 6 o 9 meses y la duda será si este empujón final será capaz de compensar el perjuicio que sufren actualmente los países productores de petróleo.

Los precios del crudo se han visto sometidos a ataques constantes en los últimos meses, como la batalla por la cuota de mercado entre productores miembros y no miembros de la OPEP, que ha provocado una caída sin frenos.

Hasta el momento, ninguno de los grandes productores se ha preparado para recortar la producción y hasta que eso cambie o hasta que se empiece a reducir el suministro, habrá poco apoyo para el petróleo.

Lo más probable es que en el primer y en el segundo trimestre veamos los precios más bajos de este ciclo antes de que se perciban signos reales de reducción del suministro; más avanzado el año, un posible incremento de la demanda debería empezar a equilibrar el mercado.

En estos momentos, prevemos que el precio del crudo Brent se sitúe de media en torno a los 65 dólares/barril durante el primer trimestre.

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Los metales preciosos van a seguir marcados por factores negativos como las perspectivas de fortalecimiento del dólar, una subida de los tipos de EE.UU. y unas expectativas muy bajas de inflación.

Pero a la vista de todos los factores negativos, aparte del dólar, que ya se ha descontado, no podemos descartar que se produzcan sorpresas positivas.

Nosotros vemos esta subida de tipos en EE.UU. como una oportunidad de compra ante la posibilidad de que los tipos no vayan a subir con tanta fuerza, teniendo en cuenta la incertidumbre sobre el crecimiento fuera de EE.UU. El oro podría tocar fondo en el primer trimestre, con el riesgo bajista limitado a 1090 dólares por onza.

Los mercados del cereal deberían vivir un año de abundancia, particularmente en lo que respecta a la soja, donde el mercado global tendrá que absorber inventarios récord. El maíz puede encontrar cierto soporte durante el primer trimestre al pasarse a la soja los agricultores estadounidenses para mejorar su situación financiera. El stock de trigo está bajo en términos históricos y la preocupación sobre las cosechas de Rusia y Australia podría contribuir a ofrecer soporte.

Estrategia de trading 1: El contango en el crudo WTI está subiendo más rápido que el Brent

Uno de los signos clásicos de exceso de oferta en un mercado se percibe en la curva de futuros del petróleo. Tanto el West Texas Intermediate (WTI) como el crudo Brent han vivido la caída del spot del crudo para la entrega de otoño por debajo del precio del crudo en una fecha posterior.

Durante los últimos meses, el movimiento hacia una situación conocida como de contango ha sido más pronunciado en el crudo Brent puesto que la fuerte demanda por parte de las refinerías estadounidenses ha mantenido una demanda sólida de spot del crudo WTI.

La consecuencia es que el diferencial entre ambas referencias globales se ha estrechado hasta una media de 3,75 dólares por barril durante el 4T; el año pasado dicho nivel se situaba en 11,75.

Los inventarios de crudo de EE.UU. suelen subir durante el primer trimestre al ralentizarse la demanda de las refinerías. La producción en EE.UU. está en máximos de varias décadas, por lo que esta ralentización de la demanda, junto con la prohibición de exportación del petróleo de EE.UU. y las bajadas de precios de la OPEP para mantener la cuota de mercado, podrían conllevar un fuerte aumento de los niveles de los inventarios.

La consecuencia del aumento de los inventarios en el Golfo de México, el suministro de Cushing podría ralentizarse y llevar a nuevos incrementos en este importante puerto de almacenamiento, que sirve de punto de entrega para los futuros del crudo WTI.

Al aumentar el suministro en Cushing, podría caer rápidamente la curva de los futuros en una situación de contango, mientras que el crudo Brent, que ya se encuentra en una profunda situación de contango, no se vería afectado, puesto que el problema es fundamentalmente una preocupación a nivel doméstico.

Crudo WTI: Vender diferencial de 15 de marzo frente a 15 de septiembre en -3,04.

Crudo Brent: Comprar diferencial de 15 de marzo frente a 15 de septiembre en -4,4.

Esperar a que el diferencial se vuelva a reducir incluso por debajo del 1,36 actual.