EUR/USD: La subida de tipos en octubre ya no es ni siquiera una opción

 | 28.10.2015 01:10

Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.

Durante las 24 horas que preceden a la reunión de octubre de la Reserva Federal, hemos observado cómo el dólar se ha consolidado con respecto al euro y ha perdido posiciones frente al yen. Esta falta de consistencia refleja las dudas del mercado en cuanto a la política monetaria de la Fed y la naturaleza de sobreventa del EUR/USD. Hace un mes, los responsables de la política monetaria de Estados Unidos dejaron pasar la oportunidad de subir los tipos de interés aunque afirmaron con mucha seguridad que la subida podría comenzar pronto, incluso afirmaron que la de octubre era una reunión relevante a este respecto, pero esa opción ya no está sobre la mesa. Nadie espera que la Reserva Federal suba los tipos este miércoles y no debería sorprendernos que no se dignaran a proporcionar ninguna señal acerca de su intención de subirlos antes de que finalice el año.

No hay rueda de prensa prevista al término de esta reunión y no se publicará ninguna actualización de los pronósticos económicos, lo que significa que el anuncio del FOMC es la única oportunidad de la Fed para comunicar sus expectativas y en ninguna parte del anuncio del banco central se hace referencia al día/momento/año adecuado para la subida de los tipos. Por el contrario, declararon que:

El comité prevé que será adecuado subir su objetivo sobre el rango de los fondos federales cuando se haya observado una nueva mejora del mercado laboral y que confía bastante en que la inflación volverá a situarse en su objetivo del 2% a medio plazo.

Si este argumento se mantiene, como probablemente lo hará, los alcistas del dólar estarán más inclinados a pensar que la subida de los tipos de interés sigue sobre el tapete, mientras que los bajistas del dólar respirarán tranquilos al saber que el banco central sigue en modo “a ver qué pasa” porque no creen que sea necesario reafirmar su postura agresiva. La evolución del dólar dependerá de cualquier variación de la evaluación económica de la Fed.

Si echamos un vistazo a la tabla que se muestra a continuación, la Fed tiene mucho más de lo que preocuparse en octubre que en septiembre. Este mar de cifras en rojo refleja más deterioro que mejora en cuanto a la economía de Estados Unidos desde la última reunión de la Fed. El crecimiento del empleo se ha ralentizado, los salarios se han estancado, la inflación ha descendido, la actividad de los sectores manufacturero, inmobiliario y de los servicios se ha debilitado, el déficit comercial se ha hinchado como un globo y los datos sobre las ventas minoristas y la confianza de los consumidores han sido dispares.

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Los precios del petróleo también han descendido, dejando a los responsables de la política monetaria de Estados Unidos sin ninguna ilusión para lo que queda de octubre. La implementación de medidas de relajación por parte de China y las expectativas de estímulo del BCE son un arma de doble filo para la Fed. Una de las grandes preocupaciones de la Reserva Federal el mes pasado era que el fortalecimiento del dólar y la implementación de medidas de expansión cuantitativa en el extranjero hicieran subir aún más el billete verde.

Esto supone un problema para Janet Yellen, ya que el fortalecimiento de la divisa obstaculiza la inflación y la actividad comercial. Además, China y el BCE están tomando medidas para estimular sus economías y evitar la ralentización. La incertidumbre suscitada a escala mundial ha sido también una de las principales preocupaciones de la Fed. De manera que, aunque puede argumentarse que la implementación de estímulos en el extranjero es buena para los mercados de Estados Unidos y facilita que la subida de los tipos de interés de la Fed se materialice en diciembre, las razones por las que estos bancos centrales están ampliando sus medidas de relajación monetaria y las consecuencias para el dólar podrían también disuadirles a la hora de realizar ajustes. La mejor opción sería que la Fed esperara a ver qué pasa y aprovechara esta oportunidad para mantener inalterada la mayor parte de su declaración política. Hay más traders estadounidenses posicionados para un fiasco que para una decepción.