Gráfico del día: ¿Dónde va ahora el dólar? Las señales no son claras

 | 19.12.2018 15:56

Una de las principales funciones de la Reserva Federal es gestionar la política monetaria para que la divisa nacional siga siendo estable y el crecimiento económico no se haga insostenible. Para ello, la Fed tiene el honor de haber propiciado el que tal vez ha sido el mercado alcista más largo de la historia. Uno de los principales motores de la subida del 330% que ha tenido lugar durante la última década ha sido la tasa de interés cercana a cero que el banco central de Estados Unidos diseñó buscando la expansión económica.

Por supuesto, los tipos artificialmente bajos no son sostenibles, que es por lo que, al término de 2015, la Fed comenzó a subir poco a poco los tipos, con el fin de mantener el impulso de la economía. Las acciones han seguido su trayectoria ascendente desde entonces, pero hasta los mercados alcistas más robustos acaban perdiendo fuelle. Y junto con una serie de fuertes turbulencias macroeconómicas y políticas, los alcistas han empezado a tambalearse.

Eso es en parte resultado de que los inversores son cada vez más pesimistas en cuanto al mercado. Hay una generación de traders que sólo ha conocido un entorno acomodaticio. Y ahora creen que la política monetaria estará siempre de su lado. Pero la subida de los tipos —que sin embargo están en niveles históricamente bajos— de repente se ha vuelto más amenazante. El panorama económico parece estar oscureciéndose. La reciente postura antisubida de tipos del presidente Donald Trump a la espera de la decisión sobre los tipos de interés probablemente ha contribuido al nerviosismo alimentado por la posibilidad de una subida de los tipos.

Además, la subida de los tipos no significa necesariamente una subida del dólar, a pesar de los diferenciales evidentemente positivos de los tipos de interés. La cosa es que desde la subida de tipos del 16 de diciembre de 2015, la primera desde 2006, el dólar ha descendido. El índice dólar cerró el 15 de diciembre en 98,22, un punto y medio porcentual por encima de donde está ahora.

Puesto que el dólar es la moneda de reserva global, así como la moneda subyacente de las materias primas y actual refugio seguro, hay muchas fuerzas determinando ahora el rumbo de la oferta y la demanda global.