¿Hay opciones de inversión?

 | 13.09.2021 12:22

La expansión de la economía mundial ha entrado en una nueva fase, como ha mostrado la evolución de la última semana. Tras una fuerte recuperación desde que se tocó fondo durante la recesión del año pasado, la dinámica económica ha superado su pico durante el trimestre en curso, y las cifras de crecimiento apuntan cada vez más a una dinámica de mitad del ciclo. Nuestro Macro Breadth Index, que refleja la tendencia cíclica subyacente de la economía mundial sobre la base de más de 350 indicadores globales, regionales y nacionales, retrocedió en agosto por segundo mes consecutivo, tras trece meses seguidos de mejora.

En la reunión del Banco Central Europeo (BCE) hubo pocas novedades. El BCE se resiste a contemplar el fin de su política monetaria expansiva. Adaptando su estrategia ha conseguido disponer de un mayor margen de maniobra, incluso si las tasas de inflación repuntan, como lo están haciendo actualmente. Aún falta previsiblemente mucho para las subidas de tipos. Asimismo, no es probable que se anuncie ningún cambio de rumbo importante, como la finalización del Programa de Compras de Emergencia en caso de Pandemia (PEPP), antes de diciembre (véase el gráfico de la semana).

El banco central estadounidense, la Reserva Federal, podría anunciar en noviembre los detalles del proceso de reducción de las compras de bonos, y empezar a reducirlas en diciembre. Un recorte mensual de las compras de bonos soberanos por 10.000 millones y de valores respaldados por hipotecas (MBS) por 5.000 millones de dólares estadounidenses durante un periodo de ocho meses parece una opción plausible. En consecuencia, las compras terminarían en verano del año próximo.

Aún no ha quedado zanjada la cuestión en los mercados de si el repunte de la inflación será un fenómeno temporal o más duradero. La mayoría de los analistas opina que solo se ha disparado a corto plazo como reacción a la caída del crecimiento durante la pandemia. En cualquier caso, las expectativas de inflación para los próximos años basadas en encuestas a analistas profesionales solo han aumentado ligeramente. En este sentido, no puede descartarse que las tasas de inflación sorprendan negativamente por encima de lo previsto. 

Claves de la próxima semana

En la próxima semana se publicarán una serie de datos de inflación que deberían de ser especialmente relevantes en el contexto del debate de política monetaria. Las publicaciones comienzan el lunes con los precios de producción de Japón, seguidos el martes por los precios al consumo de EE.UU., cuya tasa básica subió un 4,3% interanual. Este mismo dato se publica en Reino Unido al día siguiente. Asimismo, sabremos los precios de importación y exportación de EE.UU., que en agosto registraron subidas de dos dígitos, una clara señal no solo de la recuperación económica, sino también de las continuas perturbaciones de las cadenas de suministro.

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En cuanto a los indicadores económicos, el miércoles es de prever que destaquen, entre otros, las ventas minoristas y la producción industrial de China. Las estimaciones de consenso para agosto son de unos datos sólidos, con solo una ligera desaceleración con respecto al mes anterior. Asimismo, el miércoles sabremos, entre otros datos de EE.UU., los del Empire State Index, la producción industrial y la utilización de la capacidad. A continuación, el jueves se publican, también de EE. UU., las ventas minoristas, las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo y el índice de la Fed de Filadelfia. La semana concluye con el índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan y las ventas minoristas de Reino Unido. En conjunto, se prevé que los datos presenten un panorama de un crecimiento económico mundial parcialmente desincronizado, que globalmente ya ha superado su pico de crecimiento, con diferencias regionales y sectoriales. Pese a la reciente pérdida de impulso, seguimos previendo que el producto interior bruto mundial crezca en torno al 6% en 2021, aunque con riesgos a la baja.

La situación técnica en los mercados de renta variable parece sostenible tras la evolución de las últimas semanas, medida según las medias móviles. Los indicadores de fortaleza relativa también muestran unos signos solo parciales, por ejemplo, en EE.UU., de una situación de ligera sobrecompra, lo que no apunta a presiones vendedoras inmediatas.

En vista del repunte de las tasas de inflación, la pérdida de impulso económico y un cambio de posición (solo vacilante) de los bancos centrales mundiales en dirección a subidas de los tipos de interés, parece ser difícil encontrar opciones de inversión. Medido según el índice ICE BofAML Global Fixed Income Markets, en torno a un 30% del mercado de renta fija mundial rinde menos de un 0%, y otro 40%, rinde entre un 0% y un 1%.