Incertidumbre en las políticas fiscales y final del rally estadounidense

 | 16.03.2017 18:55

Según la Teoría del Ciclo Presidencial formulada por Yale Hirsch en 1967 y que desde todo punto de vista parece lógica, las bolsas deberían subir durante la segunda mitad de la legislatura estadounidense y no así durante los primeros años de la misma.

Esto es debido a que con fines electorales se llevan a cabo políticas de estímulo económico al final del ciclo y se reservan para el inicio del mismo las medidas más impopulares. Parece que ante las noticias lanzadas, esta legislatura puede ser especial.

Dada la incertidumbre de las políticas fiscales del nuevo presidente, Donald Trump, cabe la pena preguntarse si son necesarias o no en momentos actuales.

The Conference Board en su última nota de prensa lanzada el 17 de febrero anunció que el índice adelantado tuvo un aumento del 0,6% en enero. Lo cual se considera significativo.

Este índice es un agregado, compuesto por una serie de subíndices que adelantan el funcionamiento de la economía estadounidense y apunta hacia un crecimiento económico continuado en el corto plazo.

No es de extrañar que ante las actuales tasas de inflación, situadas en el 2,7% en enero y la buena previsión económica demostrada por la alta correlación que tiene este indicador sobre el PIB real, la Reserva Federal (Fed) haya dado el paso para la primera subida de tipos de interés en este ejercicio.

Entonces, y volviendo a la pregunta, ¿Está preparada la economía estadounidense para una política fiscal expansiva? Todo apunta a que no, o por lo menos no tan agresiva.

La primera cuestión es que la inflación se sitúa por encima del objetivo de la Fed. Un paquete de medidas de este tipo dispararía la inflación y claro que la Fed le está poniendo freno mediante sus competencias en materia de tipos de interés. Pero estas medidas llevan su tiempo para que surtan efectos.

En segundo lugar, la buena marcha económica que expresa el índice visto. Apoyado por los buenos datos de empleo que se sitúan con la tasa más baja de desempleo de los últimos nueve años.

Y la tercera razón es debido a que, según la Teoría vista del Ciclo Presidencial, es más probable que las medidas fiscales expansivas se realicen al final de la legislatura con objetivos de apoyar la nueva campaña electoral.

¿Quiere decir esto que Trump inclumplirá sus promesas de bajar impuestos?

Bajo mi punto de vista no significa un incumplimiento inmediato. Está claro que el poder de Donald Trump en un estado con régimen presidencialista y con el Congreso a su favor es equiparable al de un monarca. Pero en una monarquía limitada.

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Sin embargo, a pesar del gran poder que ostenta el presidente para hacer valer sus decisiones, no nos olvidemos que Estados Unidos es una de las democracias más perfectas que existen en el orden mundial. Por tanto, debe tener contrapesos políticos que limiten sus pretensiones.

Por este motivo, aunque las medidas terminen por llevarse a cabo, puede decepcionar a los mercados que han puesto su confianza en ello; como demuestra el rally vivido en los índices bursátiles estadounidenses tras las elecciones. Hay varias teorías indicando que el rally está llegando a su fin.

Los motivos que impulsan dichas teorías son coherentes. El rally vivido tras la elección del nuevo presidente es un descuento de los estímulos económicos del presidente que supuestamente están por llegar. Siendo así, y una vez descontadas por el mercado, los estímulos únicamente tienen margen para la decepción. No es de extrañar si lo contrastamos con lo expuesto anteriormente.

¿Qué anuncian los índices bursátiles?

Aunque tanto el Dow Jones como el S&P 500 siguen con su subida libre y pronunciada, hay varios indicios que nos deben poner alerta:

  1. Lo más significativo que nos muestran los gráficos de contado es un aumento del volumen de contratación que ha alcanzado el Dow Jones en la zona de 20.000 puntos, podría tratarse de un clímax comprador y por tanto la primera señal del final del impulso.
  2. En el caso de los futuros sobre el Mini S&P 500 pasa exactamente lo contrario, el volumen desciende a medida que el precio va alcanzando nuevos máximos (en gráficos semanales), ¿podría ser una señal de agotamiento del impulso?
  3. Una ligera divergencia del MACD en gráficos diarios en futuros. Esto es aplicable a ambos índices, sin embargo la divergencia es más pronunciada en el Dow Jones. Esto es una señal primaria de alerta, no una confirmación en sí misma. Una divergencia puede mantenerse en tiempo antes de la confirmación del precio.
  4. Ambos índices hicieron un máximo histórico el pasado día 1 de marzo que todavía no ha sido superado.

Desde luego, el impulso tomado tras las elecciones es muy pronunciado y, para ser justos, no puede considerar una subida sana. Sin embargo, no hay ninguna señal clara de confirmación, únicamente hay vagos indicios que nos deben poner alerta ante una corrección.

Lo siguiente a esperar es una rotura de la línea de tendencia acelerada que se inició el 9 de noviembre, con la elección del nuevo presidente.