La política monetaria de Estados Unidos, entre la espada y la pared

 | 17.03.2023 09:43

La política monetaria de EE.UU. ha entrado en una nueva fase ya que el rápido aumento de tipos y la inversión de la curva de tipos han tocado una fibra sensible del sistema financiero y los reguladores se han visto obligados a intervenir para hacer frente a las sucesivas caídas de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank. En EE.UU., el Departamento del Tesoro, la Fed y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (la FDIC, en su papel regulador), actuaron con rapidez y de forma coordinada para impedir una crisis del sistema financiero estadounidense a base de aliviar las condiciones para que los bancos puedan pedir préstamos con una garantía y dar protección a los depositarios asegurados y no asegurados de las dos instituciones quebradas.

Las quiebras de los bancos provocaron nerviosismo en el mercado. Durante los tres primeros días, el declive de los retornos de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 2 años ha sido el mayor que se ha visto desde el crack del mercado de valores de octubre de 1987. Antes de esa fecha, los únicos grandes cambios en los rendimientos ocurrieron cuando los tipos estaban en dobles dígitos (ver el gráfico de la semana). La reacción del mercado puede explicarse en parte por el momento en que se ha producido: tan sólo dos días antes, Powell, el presidente de la Fed, había subrayado que, si fuera necesario, acelerarían su ritmo de endurecimiento monetario. Como consecuencia, muchos inversores habrían protegido sus carteras frente al riesgo de subidas de los tipos en EE.UU., con posiciones infraponderadas o directamente cortas. La noticia y el brusco cambio de tendencia subsiguiente probablemente obligaron a reajustar rápidamente estas posiciones.

Aunque las razones para que la Fed se enfrente a la inflación no han cambiado, como dejó claro la última cifra del IPC, el foco inmediato de la política monetaria estará en apoyar la estabilidad y el funcionamiento regular del sistema financiero. Si este funcionamiento no está asegurado, la Fed perdería su capacidad de calibrar hasta qué punto puede necesitar subir los tipos, ya que el endurecimiento de las condiciones financieras se haría impredecible. Una interrupción del flujo normal del crédito y la liquidez podría provocar una serie de conmociones en cascada en la economía estadounidense, haciendo que la recesión fuera más probable y más grave.

Los responsables de la política monetaria esperan que esta interrupción de los procesos normales dure poco. De todas formas, esperamos que la Fed “juegue a la defensiva” en su próxima reunión. Dependiendo de las condiciones del mercado, podría incluso decidir no subir tipos, a pesar de que ha dejado claro que cree que es necesario elevarlos aún más. Aunque la Fed vuelva a subir tipos, es muy probable que sus declaraciones sobre las futuras decisiones de política monetaria, sean más cautas.

Obtenga la app
Únase a los millones de personas que se mantienen al tanto de los mercados financieros mundiales con Investing.com.
Descargar

En el futuro próximo, también creemos que hace falta adoptar un enfoque de cautela al considerar las perspectivas de la renta variable y de otros activos de riesgo. Esperamos que sean más sensible que hasta ahora al endurecimiento de los bancos centrales, ya que, en los próximos meses, la amenaza de recesión va a estar más presente en el pensamiento de los inversores.

Por último, los acontecimientos de la semana pasada suponen un firme recordatorio de que el endurecimiento monetario no puede ser un proceso sin dolor cuando la inflación está tan firmemente arraigada en la economía como ha estado en estos dos últimos años. Las decisiones que tomen los bancos centrales servirán a los inversores de orientación para saber hasta qué punto las autoridades están comprometidas en hacer bajar la inflación y si están dispuestas a soportar las dolorosas consecuencias.

Claves para la próxima semana

En EE.UU., además de la reunión de la Fed, se publicarán los datos de dos indicadores adelantados, el mercado de la vivienda y los pedidos de bienes de equipo. Las publicaciones de datos inmediatamente después de un shock del sistema financiero suelen tener menos impacto en el mercado. Pero es previsible que el inmobiliario siga teniendo dificultades debido a la presión de tipos más altos, mientras que la tendencia de la inversión en bienes de equipo en los últimos meses haya sido débil. Como los mercados probablemente se van a centrar en buscar más signos de debilidad cíclica, si el PMI (Índice de Gestores de Compras) presenta una tendencia a la baja, probablemente tendrá un gran impacto.

En la zona euro, esperamos que el balance por cuenta corriente actual refleje la repercusión de la bajada de los precios del gas en su recuperación hacia el superávit y que la confianza del consumidor continúe recuperándose por la misma razón. Tomando como base una encuesta a analistas financieros, el estudio del ZEW (Centro para la Investigación Económica Europea) puede ser uno de los primeros en mostrar el impacto de las quiebras de los bancos en EE.UU. mientras los PMIs previos ofrecen un indicador más importante de tendencia de recuperación en la zona euro a lo largo del primer trimestre.

En Reino Unido, la atención la acaparará la reunión del Banco de Inglaterra. Aunque Reino Unido no está directamente afectado por las quiebras en EE.UU., el Banco de Inglaterra ha sido uno de los bancos centrales menos comprometidos con seguir elevando los tipos, lo que significa que, si decide hacer una pausa en la política de endurecimiento, no supondría una gran sorpresa en este momento. La inflación general continuará ralentizándose en febrero mientras las ventas minoristas y el estudio de distribución minorista CBI (Confederación de la Industria Británica) van a seguir siendo débiles. Más impacto tendrá el índice PMI tras un importante rebote de la actividad de servicios en febrero.

En conclusión, esperamos que la postura de endurecimiento de la Fed se refleje en un entorno de mercado más difícil que lo que hemos visto en la primera parte del año. El endurecimiento de los bancos centrales probablemente se espere con mayor temor que en los últimos meses, por lo que a los inversores les convendría ser cautelosos con los activos de riesgo.

Las quiebras de bancos en EE.UU. provocaron una conmoción importante
Cambio en 3 días en las rentabilidades de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 2 años