¿Están provocando los bancos centrales un estallido en la burbuja de los bonos?

 | 22.08.2017 08:06

Por Jason Martin

Aunque los bancos centrales de todo el mundo están cambiando su postura para seguir los pasos de la Reserva Federal de Estados Unidos y adoptar una postura menos acomodaticia en cuanto a la política monetaria, los expertos advierten que la complacencia de los mercados puede haber creado una burbuja de renta fija que pronto sufrirá una severa reversión.

La Fed dio claramente el primer paso en diciembre de 2015 cuando subió os tipos de interés por primera vez desde la crisis, aunque el banco central de Estados Unidos tuvo que esperar otro año antes de volver a actuar.

En lo que va de año, la Fed ha realizado más subidas en marzo y junio, situando la tasa objetivo de los fondos federales en su rango actual de sólo el 1,00%-1,25%, y añadiendo que seguramente vuelvan a subir los tipos este año y empiecen a avanzar con la normalización de su balance general.

Encuestas recientes de expertos muestran que parece que la Fed seguirá adelante con sus planes de reducción de su compra de bonos en septiembre, cuando la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, podrá explicar el proceso en la rueda de prensa que seguirá a la decisión de política monetaria.

Los economistas creen que la Fed volverá a subir los tipos de interés en diciembre, aunque los mercados se mantienen escépticos, y estiman que sólo hay un 40% de probabilidades de subida, según el Barómetro de Tipos de la Fed de Investing.com.

El Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra y el BCE seguirán a la Fed en la normalización de la política monetaria

Aunque la Reserva Federal dio el primer paso en la eliminación del carácter extremadamente acomodaticio de la política monetaria, los mercados han empezado a ver indicios de que otros de los principales bancos centrales también están adoptando una postura menos prudente.

El Banco de Canadá subió los tipos de interés por primera vez en siete años el mes pasado mientras que el Banco de Inglaterra está dividido, con dos de sus ocho miembros argumentando que ha llegado el momento de que la autoridad monetaria del Reino Unido suba los tipos para combatir la creciente inflación.

También ha zarandeado últimamente los mercados el hecho de que los inversores se están preparando para que el Banco Central Europeo anuncie posiblemente en septiembre o en octubre sus propias intenciones de empezar la reducir gradualmente su programa de compra de activos el año que viene.

Los agentes del mercado se han visto decepcionados sin embargo este pasado 16 de agosto cuando un informe citando fuentes del banco central indicó que el presidente del BCE, Mario Draghi, va a evitar dar más detalles de política monetaria en el simposio económico de la Reserva Federal de Estados Unidos que se celebrará en Jackson Hole, Wyoming, a finales de agosto.

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En los tiempos que corren, los mercados deben ajustar su perspectiva en cuanto a un suministro interminable de dinero gratis por parte de los bancos centrales y darse cuenta de que las autoridades monetarias reconocen que se acerca el final del actual ciclo de relajación a escala mundial.

"Se ha condicionado a los mercados de bonos para que crean que donde quiera que haya un descenso del interés por el riesgo y un endurecimiento de las condiciones financieras, los bancos centrales irán en su rescate", han argumentado recientemente los estrategas de renta fija de RBC Capital Markets.

"Ahora es casi como si los bancos centrales estuvieran maquinando un ajuste de las condiciones financieras”, postulan.

Puede que los inversores hayan sido lentos a la hora de reaccionar ya que sólo el 48% de los inversores encuestados recientemente por Bank of America-Merrill Lynch creen que la política monetaria mundial sufre un "exceso de estímulo" para las recientes mejoras de la economía mundial.

Sin embargo, estos expertos señalan que la lectura indica la proporción más alta desde abril de 2011.

La normalización de la política monetaria no es una postura "agresiva"

En una situación determinada por los bancos centrales justo empezando a apartar los tipos de interés de mínimos históricos y planteándose reducir su compra de activos, puede que los mercados y los medios de comunicación se precipiten al aplicar el término "agresivo" a la mera sugerencia de eliminar las medidas altamente acomodaticias de la política monetaria.

El primer ejemplo fue cuando los medios entendieron en las declaraciones del presidente del BCE, Mario Draghi, a finales de junio en Sintra, que las fuerzas reflacionarias habían sustituido las deflacionistas en la región.

Los mercados, atraídos por los titulares que hablaban de “agresividad”, se saltaron la parte del discurso de Draghi sobre la necesidad de mantener un considerable grado de acomodamiento monetario y su insistencia en mantener esa misma política.

"Mientras la economía sigue recuperándose, una postura política constante irá siendo más acomodaticia y el banco central puede acompañar la recuperación con el ajuste de los parámetros de sus instrumentos de política – no para ajustar la postura de política monetaria, sino para mantenerla inalterada", indicaba Draghi, adoptando lo que difícilmente podría considerarse una postura "agresiva".

Incluso llegados a este punto, el hecho de que el dirigente del BCE reconociera que la deflación ya no es una amenaza en la zona euro apenas difícilmente podría definirse como mucho más que "menos pacifista".

Sin embargo, "agresivo" fue la palabra que llegó a los titulares y las declaraciones de los expertos, lo que hizo que el rendimiento de los bonos alemanes a 10 años se disparara como no lo había hecho desde 2015 y lo que hasta entonces había sido el mejor día del euro desde abril.

"Fuentes" del BCE tuvieron que correr al rescate al día siguiente para señalar que Draghi había sido "malinterpretado".

Al igual que el BCE, los principales bancos centrales podrían haber comenzado a concentrarse en llevar a término el ciclo de relajación, pero las políticas siguen estando lejos de ser "tradicionales".

Como indicio de lo lejos que están las autoridades monetarias de lo "normal", economistas de Bank of America-Merrill Lynch han señalado recientemente que los cinco principales bancos centrales recortaron los tipos una media de 350 puntos básicos y que el actual tipo nominal de la política monetaria está a apenas 50 puntos, lo que sugiere que los niveles actuales los dejarían incapaces de responder a otra crisis. Lejos de lo "normal".

Las políticas no tradicionales también se habían desatado a gran velocidad ya que, según BofAML, los bancos centrales de Estados Unidos, Suiza, el Reino Unido, Japón y la eurozona cuentan con un balance general de aproximadamente 15.000 millones de USD, en comparación con los alrededor de 4.000 millones de USD a principios de 2008.

Reduciendo, pero no eliminando, la adquisición de activos

Aunque la Fed ha comenzado de golpe el proceso de normalización con respecto a los tipos de interés, el Banco de Canadá ha seguido su ejemplo, y sólo dos de los ocho miembros con derecho a voto del Banco de Inglaterra están a favor de una subida, ninguno de los principales bancos centrales ha comenzado siquiera a reducir su balance general.

Además, todo apunta a que la Fed iniciará el proceso en octubre, ya que el anuncio oficial se conocerá en la reunión de septiembre.

Los mercados también están esperando a septiembre para ver si el BCE hace elusión a los propios planes de la autoridad monetaria de la eurozona para empezar a "reducir", ni siquiera erradicar, sus compras mensuales de activos.

El proceso apenas ha comenzado y es consecuencia lógica de las expectativas de que la economía mundial continuará mejorando junto con los mercados financieros en buen estado.

De hecho, las bolsas de Estados Unidos han seguido registrando máximos históricos a pesar de que la Reserva Federal ha subido los tipos de interés dos veces este año mientras prometen una reducción del balance general y una subida más antes de fin de año.

Sin embargo, el ritmo de la normalización a nivel mundial sigue en entredicho.

"Las mediocres presiones de precio y los problemas estructurales, como el escaso crecimiento de la productividad y la gran desigualdad de ingresos, indican que esta normalización política será muy gradual", afirmaba el dirigente de renta fija mundial de Robeco, Kommer van Trigt, en sus perspectivas trimestrales publicadas recientemente.

"Así que no debemos esperar que los bancos centrales pisen el freno de golpe y zarandeen los mercados financieros”, ha explicado.

Reacciones del mercado hasta ahora

A pesar del aparente cambio en la perspectiva de los bancos centrales, los mercados de valores parecen imperturbables. El S&P 500, de referencia mundial, ha registrado una subida del 8,3% hasta la fecha, los principales valores del Dow han subido un 9,7% y el los del NASDAQ Composite de tecnológicas lidera el conjunto con una subida del 15,5%.