Lo que los Bancos Centrales NO pueden decir

 | 22.04.2016 08:30


Siempre que hay una reunión tanto de la Fed (Reserva Federal) o del BCE (Banco Central Europeo), sus máximos mandatarios, Janet Yellen por el lado de la Fed y Mario Draghi por el BCE, comienzan a analizar la situación macroeconómica mundial, expresando su punto de vista sobre el corto y medio plazo de los diferentes indicadores económicos que conocemos: la inflación, el crecimiento del PIB, tipos de interés y últimamente los famosos programas cuantitativos de deuda QE.

Con ello, pretenden analizar de forma pormenorizada la situación económica y, en base a lo anterior, extraer conclusiones y actuar en consecuencia. Y aquí es donde viene el choque de opiniones. Cada economista haría las cosas de una manera diferente, como es evidente, sino no serían economistas. Algunos apoyan la impresión de dinero por parte del BCE para ayudar a los problemas de solvencia de la banca privada en estos últimos años, otros dicen que esas medidas provocan una economía artificial generando burbujas de deudas muy importantes.

En cualquier caso, hoy quiero abstraerme de estas opiniones, y le voy a mostrar 3 gráficos que darán luz sobre las consecuencias que están teniendo realmente estas medidas de estímulo económico. Normalmente, cuando se vierte una opinión sobre este tipo de políticas, los economistas o “periodistas económicos” se basan en la historia para explicar lo que puede pasar. Yo en este caso, me voy a apoyar en la realidad, en lo que está pasando realmente.

Antes de comenzar, quisiera dejar claro un concepto. ¿Qué es el Balance Sheet? El Balance Sheet no es más que el conjunto de bienes, derechos y obligaciones de una entidad. En nuestro caso, vamos a estudiar la evolución del Balance Sheet del Banco Central Europeo y de la Fed.

A partir de aquí, vamos a ver en qué se ha materializado este Balance Sheet. En los últimos 6 años, el Balance Sheet de la Fed ha aumentado de forma exponencial y a un ritmo frenético. Esto se debe a la política de flexibilización monetaria, es decir, a imprimir dinero. Pero la pregunta que todo el mundo se hace es, ¿A dónde ha ido ese dinero? Porque no se manifiesta en la economía real, ni en la inflación. Se han inyectado 2,6 billones de dólares desde el 2012 en la economía y no ha tenido el efecto esperado por todos. Por su parte, el BCE ha comenzado a inyectar 60.000 millones de euros al mes hasta finales de 2016 y se espera que siga haciéndolo en 2017. Y los resultados aún se siguen esperando. Por tanto, investigando un poco, he llegado a una conclusión demostrable de hacia dónde se ha dirigido todo ese dinero.

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Primer Gráfico: Balance Sheet de la Fed vs Dow Jones