Los bancos centrales robaron a la clase media... Y lo harán de nuevo

 | 19.09.2017 12:37

"Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo", dijo George Santayana.

Exactamente las mismas reglas se aplican en el mundo financiero. Es hora de dar otra lección. Albert Edwards, estratega jefe de Societe Generale (PA:SOGN), tras el estallido de la reciente crisis financiera, formuló la tesis de que la burbuja en bienes inmuebles fue planeada tanto por la Reserva Federal (Fed) como por el Banco de Inglaterra (BoE). El objetivo principal era transferir activos de la clase media a un pequeño grupo de personas más ricas. Vale la pena mencionar que las palabras anteriores vinieron del estratega más importante de un gran banco, y no por otra persona aficionada a las teorías de la conspiración.

h3 Bancos centrales, o fuente de problemas/h3

Es muy importante señalar que Edwards no empezó a "pensar" después del estallido de la crisis, sino que prestó atención a los problemas que se avecinaban ya en 2005. Criticó a Alan Greenspan en ese momento, argumentando que primero impulsó la actividad económica en los EE.UU. sobre la base de la "burbuja de Internet" y luego contribuyó a inflar la burbuja en bienes inmuebles. Al mismo tiempo, Edwards comparó la economía estadounidense con el esquema de Ponzi, que tarde o temprano colapsa.

Vale la pena subrayar que hoy en día tampoco faltan similitudes con el esquema de Ponzi. En última instancia, todo el rompecabezas (desde el comienzo de los mercados financieros) se derrumbará tan pronto como los bancos centrales corten el grifo de los de fondos.

Según Edwards, los bancos centrales son la principal fuente de problemas. La primera confirmación fue la situación de Japón en los años noventa. Otra burbuja especulativa tuvo lugar en el año 2000, cuando las tasas de interés reales fueron negativas. Posteriormente, los bancos centrales contribuyeron significativamente a la crisis de 2008.

Hasta ahora, algunos académicos pensaban que los bancos centrales no habían tenido mucho impacto en la aparición de burbujas inmobiliarias, ya que la economía global tenía un exceso de ahorro a principios del siglo XXI. Pero esta posición no tiene nada que ver con la realidad. Edwards lo demostró ayudándose de la obra de John Taylor. De ello se deduce que el nivel de ahorro en relación con el PIB mundial (línea azul en el gráfico) fue muy bajo en el período 2001-2004.