Mal de altura o miedo al virus

 | 25.02.2020 12:10

Los efectos del coronavirus traen el miedo a las Bolsas, que comienzan a descontar un menor crecimiento de la economía global e incluso una entrada en recesión de algunas zonas del mundo (Occidente principalmente). Por otra parte, las exigentes valoraciones de algunos mercados de acciones, el estadounidense fundamentalmente, tienden a perder aire apoyándose en los miedos descritos y en su impacto en los beneficios empresariales. Y sin beneficios, las Bolsas no subirán, más bien lo contrario.

h2 Elevada valoración en las Bolsas de países desarrollados aun con primas de riesgo moderadas/h2

Como recordaba Guy Wagner, Director de Inversiones de la gestora BLI, en su último informe de estrategia, el principal argumento en contra de las Bolsas es su elevada valoración. En el otro lado de la balanza tenemos los factores positivos: el potencial incremento que se espera de los beneficios empresariales en 2020, los bajísimos tipos de interés en los países desarrollados (con la Reserva Federal todavía con posibilidad de implementar ulteriores rebajas), la reducida oferta de nuevas compañías cotizadas y, en general, el limitado aumento de nuevos títulos a adquirir por parte de los inversores. Esto último sucede sobre todo en EE.UU. y se debe al incremento del número de fusiones, a la recompra de acciones por las propias empresas y a la escasez de nuevas salidas a Bolsa, en contraste con la fuerte demanda de activos cotizados por parte de los inversores.

Dicho la anterior, parece que las primas de riesgo (aquí definidas como el rendimiento adicional que exigen los inversores para compensar el mayor riesgo de comprar renta variable). indican que la mayoría de los mercados de acciones parecen tener un valor razonable en comparación con su historial como indica el siguiente gráfico de la gestora J.P. Morgan: