Más de la mitad de los españoles no quiere riesgos en bolsa. ¿Eres uno de ellos?

 | 29.12.2017 08:50

La Bolsa española lleva unos años decepcionando a todos con resultados, que no se ajustan a las expectativas de los inversores. Hartos de tantas decepciones, analistas como B.T. me escribía desde Londres este verano que "estamos atrapados en la trampa de liquidez. Difícil salir de ella, porque sus creadores, los bancos centrales, supieron hacerla, pero desconocen cómo salir. La Represión Financiera nunca alcanzó un nivel tan alto. El desconcierto entre los participantes en los mercados jamás llegó a marcar registros tan altos. Mientras Walll Street, Tokio o Alemania han registrado números imponenetes en los últimos meses, en España la Bolsa se ha mantenido como ha podido. El miedo, un miedo atroz a las turbulencias en las Bolsas, permanece en el ánimo de los inversores. Por eso, vuelve la burbuja inmobiliaria a muchas zonas del Reino de España. Informaciones solventes destacan que vuelve a comprarse sobre plano y que todas las viviendas nuevas construidas están vendidas. Es algo que desaconsejamos a nuestros clientes. El alza de los precios de los inmuebles, que se registran en determinadas áreas no tiene razón de ser, porque aún no se ha apagado el fuego provocado por la burbuja anterior. Aconsejamos, ahora más que nunca, esperar y ver. Hay factores políticos y geopolíticos, que conviene analizar con detenimiento...", me insiste el analista aludido.

Resaltar, en este encuadre, la segunda oleada del Estudio Global de Inversión de Schroders (LON:SDR) 2017 ha vuelto a poner encima de la mesa el sobredimensionamiento de las expectativas de los inversores. Como novedad, en esta ocasión lo interesante es que este estudio cuantifica a cuánto ascienden las expectativas de rentabilidad de los inversores españoles. El 37% exigen un retorno anual de entre el 5% y el 9% durante los próximos cinco años, mientras que un 22% se conformaría con una rentabilidad de entre el 1% y el 4%. Es decir: las exigencias de seis de cada diez inversores españoles se sitúan entre el 1% y el 9%.

Esto podría no ser un problema si no fuera porque la mayoría tiene pavor a asumir riesgo. Y, como es sabido, sin riesgo no hay beneficio. Los datos en este sentido no dejan lugar a duda sobre la aversión de los españoles al riesgo. Según el estudio de Schroders, el 60% asegura no estar dispuesto a asumir mucho riesgo con sus inversiones en este momento, en tanto que un 51% reconoce mantener actualmente un nivel de liquidez superior al de antes. Tampoco hay que olvidar que un 40% de inversores españoles que exigen rentabilidades anuales superiores al 10%. “Estas cifras sugieren que existe un cierto nivel de confusión en España sobre cómo asumir el nivel adecuado de riesgo para obtener los resultados deseados”, aseguran desde la gestora británica.

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