Materias primas: Los saudís frenarían los recortes si cesan las exenciones a Irán
Investing.com | 22.04.2019 12:15
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está haciendo todo lo que puede para relajar los ajustes del suministro de petróleo de cara al próximo verano jugando con las expectativas de Arabia Saudí sobre la prohibición del petróleo iraní —a la vez que crea una nueva amenaza con su respaldo a un general libio renegado por si Riad no coopera a la hora de frenar el repunte del crudo.
La cuestión ahora es qué estarán dispuestos a hacer los saudís por Trump para asegurarse de que no siga tratando de desmantelar su arduo trabajo de los últimos cinco meses para llevar los precios del petróleo hasta donde han llegado.
A menos de dos semanas de que expiren las exenciones de las sanciones de Estados Unidos a las importaciones de petróleo iraní, el mercado debate sobre qué países conseguirán la renovación de estas licencias, y qué cantidad se les permitirá comprar esta vez.
h2 Jugada sorpresa de Estados Unidos sobre Irán/h2Pero en un impresionante giro de los acontecimientos, según una filtración al Washington Post y también a la CNN este domingo, el secretario de Estado, Mike Pompeo, estaría dispuesto a anunciar este mismo lunes que no se ampliarán las exenciones a las sanciones de importación de petróleo iraní, que expiran el 2 de mayo. Un alto cargo del Departamento del Estado ha sido citado asegurando que esto "agravará el castigo al mal comportamiento de Irán y abordará con más contundencia la amplia gama de amenazas a la paz y la seguridad que su régimen supone".
Los precios del petróleo se dispararon más de un 2% tras conocerse esta noticia al comienzo de la jornada de negociación de este lunes en Asia, sumándose a las ganancias registradas los últimos meses debido a las reducciones de producción de la OPEP orquestadas por Arabia Saudí, a las sanciones de Estados Unidos al petróleo venezolano y a la guerra civil en Libia. En lo que va de año, el petróleo crudo del West Texas Intermediate de Estados Unidos ha subido un 44% mientras que el Brent, de referencia mundial, ha subido un 37%. La gasolina ha subido aún más, un 60%.
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En los últimos meses, Trump ha presionado a los saudís para que anuncien una suspensión o disminución de las reducciones de la producción de la OPEP para enfriar el rally de petróleo este año. El presidente necesita que desciendan los precios del crudo para impedir un mayor aumento del precio del combustible para automóviles de Estados Unidos, que podría dañar sus posibilidades de reelección en el año 2020. Los precios de la gasolina en los surtidores han subido en torno a un 25% este año.
Hace seis meses, Trump engañó a los saudís y al resto de la OPEP para que bombearan más petróleo haciéndoles creer que Estados Unidos interrumpiría prácticamente por completo la producción iraní. El presidente entonces concedió por su propio pie unas exenciones a las sanciones contra Irán que inundaron de crudo el mercado y provocaron una de las mayores caídas de precio en el menor tiempo en la historia del mercado petrolero.
h2 Es difícil para los saudís ignorar a Trump/h2Los saudíes han prometido desde entonces no volver a dejarse engañar por Trump.
Sin embargo, podría no resultarles tan fácil ignorar totalmente al presidente que exige a la OPEP que eleve la producción de petróleo, si de hecho el Departamento de Estado es fiel a los informes del domingo e intenta llevar las exportaciones de petróleo iraní a cero.
Durante décadas, Riad y Washington han tenido un historial de cooperación a la hora de frenar el ascenso de Irán como potencia en Oriente Próximo.
También tienen otras motivaciones para actuar en contra de Teherán.
Los saudís llevan décadas de enemistad con un país que irónicamente se considera uno de los miembros más importantes del cártel de la OPEP.
Para Trump, esto va a ser parte de su misión de castigar al régimen de Rouhani, al que acusa de horribles actos y maldades y de recibir un trato inmerecido de su predecesor Barack Obama para exportar su petróleo a cambio de lo que él considera unas limitaciones demasiado liberales de su programa nuclear.
Así pues, cuanto más liberales se vuelvan los saudís en cuanto a las reducciones de producción de la OPEP, más duramente castigará la Administración Trump a Irán.
Mientras que en gran medida ha logrado su objetivo de devolver el Brent a cerca de 80 dólares por barril, Arabia Saudí se ha abstenido de anunciar relajación alguna de las reducciones de la OPEP por temor a que los mismos fondos que han respaldado la subida del petróleo hagan retroceder el mercado. La cooperación de la OPEP con Rusia en las reducciones de producción también ha llevado a los saudís a priorizar el interés de Moscú en este asunto sobre el de Estados Unidos, aunque es poco probable que el líder ruso Vladimir Putin luche contra cualquier decisión que tome el reino acerca de Irán.
Aunque no sea para responder a la jugarreta de Estados Unidos a Irán, los saudís aun así podrían considerar adecuado anunciar una congelación de los recortes de la producción para frenar la creatividad de Trump a la hora de perturbar el mercado petrolero.
h2 El plan del presidente de Estados Unidos para presionar a la OPEP: Libia/h2Antes de la filtración de noticias del domingo, Trump dio otra sorpresa anunciando su apoyo al dictador libio Khalifa Haftar, que pretende destituir el Gobierno de Acuerdo Nacional del país norteafricano, reconocido por la ONU. El objetivo del presidente de Estados Unidos es evitar la pérdida de la aportación de Libia de aproximadamente 1,2 millones de barriles al día al mercado global.
El movimiento de Trump de reconocer a Haftar se produce ante la presión del Ejército Nacional Libio que sigue adentrándose en la parte oeste de Libia, donde se están viendo amenazados unos 350.000 barriles al día. El ejército también controla la infraestructura petrolera de la parte más oriental de Libia, que mueve alrededor de 700.000 barriles al día de las exportaciones de petróleo del país. El jueves, las fuerzas rivales atacaron una base aérea controlada por Haftar de camino hacia los yacimientos del sur, que producen alrededor de 400.000 barriles al día.
Trump habló por teléfono con Haftar el lunes pasado, pero la Casa Blanca no lo divulgó hasta que el mercado cerró con motivo de la festividad del Viernes Santo, confirmando que, durante esta llamada, Trump
"reconoció el importante papel del mariscal del campo Haftar en la lucha contra el terrorismo y en la obtención de recursos petroleros de Libia, y que ambos discutieron su visión común sobre la transición de Libia hacia un sistema político estable y democrático".
Hogan Gidley, un portavoz de la Casa Blanca, se abstuvo de hacer más comentarios cuando se le preguntó al respecto, según ha informado Platts, una unidad energética de S&P Global.
Pero incluso sin conocer más detalles, lo que está haciendo Trump está claro: aplicar la estrategia de una de cal y otra de arena a los saudís.
Cómo responda el reino será clave para determinar si el rally del petróleo continúa con fuerza, pierde algo de fuelle o se revierte completamente en la dirección opuesta.
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