Mis tres bolsas favoritas para 2015

 | 14.01.2015 14:27

No dejo de sorprenderme cada final de año. Existen patrones de comportamiento que se repiten una y otra vez. Cualquier informe de mercado emitido por una entidad contiene una proyección específica del nivel en el que se encontrará el S&P 500 a fin del próximo año.

Siempre me pregunto cuál es el porcentaje de acierto de estas proyecciones, aunque sé que es muy, pero que muy bajo. Pero igual los analistas lo siguen haciendo de manera ininterrumpida… Entiendo la necesidad de brindar cierto pronóstico al momento de emitir un informe de recomendaciones, pero el mismo debería ser un poco más flexible, otorgando distintos escenarios con probabilidad de ocurrencia.

En mi caso, casi nunca hago este tipo de proyecciones. No sólo porque no cuento con las herramientas econométricas necesarias para tal fin, sino porque el grado de fiabilidad de ese análisis es bajo al encontrarse fuertemente condicionado. Por el contrario, me inclino más por otorgar visiones de tendencias de bolsas o activos de manera más general, basado en los fundamentos para un período de tiempo más lejano al corto plazo.

En mi opinión, de esta manera quien está del otro lado recibiendo la información puede tener un panorama más completo y entender de mejor manera cuáles son los drivers principales que impulsan determinados mercados y también entender los riesgos.

h3 Lo que pasó y lo que viene…/h3

El año 2014 deja un claro ganador sobre la mesa: Estados Unidos. Contra la gran mayoría de los pronósticos y luego de haber crecido más de 30% en 2013, el índice S&P 500 deja una ganancia de dos dígitos nuevamente en 2014. Y no sólo esto. Sino que ese retorno en moneda estadounidense es mayor medido en cualquier otra moneda del mundo.

¿Por qué? Porque el dólar estadounidense se apreció fuertemente contra el resto de las monedas globales (desarrolladas y emergentes). Esto se debe a la mejora de la actividad económica en ese país, llevando a la Reserva Federal (Fed) a retirar los estímulos monetarios y poniendo en el escenario una probable subida de tipos de interés en 2015. Los perdedores han sido los mercados emergentes. Tras un atisbo de recuperación a mediados de 2014, la baja de los precios de las materias primas ha pegado, y fuerte, sobre las expectativas de estos países.

Para 2015 el panorama luce complejo, incierto e inestable. Mientras algunas regiones resurgen, otras se llenan de interrogantes. En ese contexto, creo que hay oportunidades tanto en la región como en Europa. Analicemos los tres casos…

  • Argentina
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Ciertamente, aquí la macroeconomía tiene problemas, y muchos. Con una inflación anual que no baja del 35%, con la actividad en caída y los índices sociales en deterioro, pocos inversores globales miran a este país como un destino posible. Sin embargo, ese panorama desolador es el que permite pensar en una recuperación del mercado bursátil. Mucha de las malas noticias están ya incorporadas en los precios de las acciones y como el mercado se anticipa a los hechos, pensar en los activos argentinos puede representar una buena oportunidad.

Desde ya que hay que asumir el riesgo y saber que se trata de un mercado no apto para inversores conservadores. De hecho, para los grandes bancos de inversión Argentina ni siquiera es un mercado emergente, sino que “de frontera”, como Mongolia o Nigeria.

Si algo le faltaba a este país es que en 2015 habrá elecciones presidenciales. Con la imposibilidad de que la presidenta Cristina Fernández sea reelecta, se pondrá fin a 12 años de gobierno de la actual administración. Todo cambio político abre expectativas. Y los inversores lo aprovechan.

Considerando los últimos cuatro períodos en los que hubo elecciones presidenciales, el índice Merval – principal indicador de las acciones argentinas – subió en tres de los cuatro años en donde se produjeron las elecciones presidenciales, promediando una suba anual de 25%.