Perspectivas para el segundo semestre de 2021

 | 25.06.2021 09:28

Las perspectivas económicas son positivas a mediados de año, gracias en gran medida a los importantes paquetes de estímulos económicos aprobados durante el pasado ejercicio, aunque puede que todo este crecimiento tenga un precio. En general los inversores tendrán que plantearse navegar por un entorno de crecimiento global con altibajos y expectativas de inflación aumentadas.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

  • La amenaza inminente de la inflación sigue representando uno de los principales riesgos a mediados de año, lo que hace que sea importante preservar el poder adquisitivo y protegerse frente a la volatilidad del mercado.
  • Todavía mantenemos un sesgo hacia los activos de riesgo, aunque con cierta cautela, por lo que nos planteamos una posición más neutral en el espectro de riesgo/rentabilidad, al menos a corto plazo.
  • Es necesario plantearse mantener las duraciones cortas y gestionar las posiciones de forma activa: puede que los mercados de bonos se preocupen por la inflación y la actuación de los bancos centrales.
  • El argumento a favor de la inversión sostenible continúa cobrando fuerza en la recuperación posterior a la pandemia y los factores ESG serán críticos para valorar una nueva serie de riesgos e identificar oportunidades desconocidas hasta la fecha

Cuatro aspectos clave que los inversores tendrán que tener en cuenta en lo que resta de 2021

1. En el auge posterior a la COVID, los inversores tendrán que enfrentarse a economías divergentes, a valoraciones elevadas y al fantasma de la inflación

La economía mundial continúa recuperándose tras la grave ralentización del pasado año. A pesar de que la pandemia de la COVID-19 todavía no ha acabado, las vacunas están ayudando a que algunas partes del mundo alcancen un punto de inflexión y se espera que los riesgos desciendan a medida que avance el año. De cara al futuro, los inversores tendrán que hacer frente a unos niveles heterogéneos de crecimiento económico en los diferentes países y sectores, así como a cantidades dispares de estímulos fiscales y monetarios en todo el mundo. Y es necesario que tengan en cuenta los inminentes riesgos de inflación.

  • Los Estados Unidos darán impulso a la economía mundial en 2021, gracias en gran medida al éxito de su campaña de vacunación y a los paquetes de estímulo masivos. Algunas previsiones apuntan a un crecimiento interanual del PIB estadounidense del 6%. Las acciones estadounidenses —a pesar de que ofrecen valoraciones bastante elevadas— han seguido beneficiándose de un sólido repunte desde los mínimos del mercado de comienzos de 2020.
  • China ya ha registrado su rebote más sólido tras el coronavirus, con un crecimiento interanual del PIB del 18,3% en marzo de 2021, para posteriormente ralentizarse hasta alcanzar un ritmo más moderado. Los mercados de renta variable se han consolidado tras un sólido 2020. Consideramos que el retroceso representa una evolución saludable que sienta una base más sólida para el futuro.
  • La Unión Europea está experimentando una recuperación económica lenta tras la recesión provocada por el coronavirus. Algunos países de la UE siguen teniendo dificultades para contener la propagación del virus y vacunar a sus poblaciones. Puede que Europa todavía tarde algún tiempo en recuperarse por completo, pero las acciones europeas son baratas. Es posible que sea un buen momento para plantearse aumentar las asignaciones.
  • Los mercados emergentes son los que peor lo están pasando —en particular, la India y Brasil—, donde el coronavirus está poniendo de manifiesto problemas de desigualdad económica que existen desde hace mucho tiempo. Los países desarrollados tendrán que realizar un esfuerzo concertado para ayudar a otros países en la contención del virus y la vacunación.
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Implicaciones para la inversión

En general, el crecimiento económico ha vuelto con fuerza, lo que ha dado impulso a los mercados de capitales, aunque es probable que este crecimiento no recupere la tendencia anterior a la pandemia durante años (véase el Gráfico 1). Este auge de la economía y los mercados también tiene un precio potencial y esperamos que los responsables políticos respondan de forma que los inversores quieran tener en cuenta en sus estrategias.

  • Un potencial aumento de la inflación este año —y potencialmente con posterioridad— hace que sea importante preservar el poder adquisitivo con fuentes de rentabilidad adicionales.
  • La Reserva Federal estadounidense podría comenzar a hablar sobre su intención de recortar su programa de compra de activos, lo que probablemente aumentaría la volatilidad de los mercados.
  • Todavía mantenemos un sesgo hacia los activos de riesgo, aunque con cierta cautela. Por consiguiente, no creemos que los inversores deban eliminar el riesgo de sus carteras, sino más bien plantearse una posición más neutral en el espectro de riesgo/rentabilidad —al menos a corto plazo—.

Gráfico 1: a pesar de su pronunciado repunte, el crecimiento mundial continúa por debajo de la tendencia anterior a la pandemia (ya moderada)