El debate sobre el fin del QE augura una reunión “emocionante” del BCE

 | 13.06.2018 13:30

  • Claros indicios de finalización de programa de compra de bonos estas últimas semanas
  • Optimismo en cuanto a la recuperación de la zona euro
  • Posible preludio a la actualización de julio en las previsiones
  • Las declaraciones del miércoles pasado del economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Peter Praet, afirmando que la "fuerza subyacente" de la economía de la eurozona había reforzado su confianza en que la inflación se acercaría al objetivo del BCE, han aumentado las expectativas de un cambio en las previsiones del BCE del jueves. Praet añadió que los funcionarios debatirán en la reunión de esta semana si se va a poner fin a la compra de bonos este año.

    Esto pone de relieve la opinión de los responsables de política monetaria de que el reciente debilitamiento de la eurozona es temporal y no el comienzo de una tendencia. Las decisiones del BCE generalmente incluyen los planes del banco central en cuanto a su programa de compra de activos, conocido como expansión cuantitativa, y a los tipos de interés.

    Según Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania (AS:INGA), estas observaciones también han indicado que la reunión de política monetaria de la semana podría ser "muy emocionante". De hecho, etiquetó el discurso de Praet de "destacable".

    "El Consejo de Gobierno tendrá que evaluar si el progreso hasta ahora ha sido suficiente para garantizar una retirada gradual de la adquisición de activos", dijo también Praet, señalando que la decisión va a ser una cuestión de "juicio".

    Estas declaraciones encontraron el respaldo de Jens Weidmann, presidente del Bundesbank de Alemania y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, que afirmó que las expectativas del mercado acerca de que el BCE pondría fin a su vasto programa de compra de bonos a finales de este año eran "plausibles".

    La inflación de la zona euro aumentó un 1,9% en mayo, alcanzando el objetivo del BCE al dispararse los precios de la energía, pero la inflación subyacente, de la que se excluyen los precios de los elementos volátiles como los alimentos y la energía, subió sólo un 1,1%. Aunque el BCE tiende a mirar más allá de la crisis de los precios del petróleo, la subida de la inflación, como consecuencia del aumento de los costes de la energía, sigue respaldando la retirada de los estímulos.