¿Pueden el PIB y el PCE ayudar a mantener la carrera hacia fin de año?

 | 18.12.2023 12:00

El mercado se disparó la semana pasada tras una confusa reunión de la Fed que generó más preguntas que respuestas. El viernes, la Fed intentó controlar los daños con las comparecencias de John Williams, Raphael Bostic y Austan Goolsbee. Ninguno rascó suficiente la superficie para mejorar la situación que Jay Powell dejó tras la rueda de prensa del miércoles.

Esta semana será el show de Austan Goolsbee, ya que el presidente de la Fed de Chicago comparecerá cuatro veces desde hoy hasta el miércoles. Es posible que ya hayamos recibido un anticipo de lo que probablemente diga tras un artículo publicado el viernes en el Wall Street Journal en el que el presidente de la Fed de Chicago señalaba su preocupación en torno al aumento del desempleo de cara al futuro.

Los mercados de valores no parecieron inmutarse por el tono pesimista de las declaraciones. Sin embargo, el viernes expiraron las opciones de diciembre, lo que generó un importante desequilibrio de compra de 5.800 millones de dólares en el mercado al cierre de la jornada. Esta semana también será la última semana completa de negociación del año y contará con algo más que las declaraciones de Austan Goolsbee. Incluirá una subasta de bonos a 20 años el 20 de diciembre y una subasta de TIPS (valores del Tesoro protegidos contra la inflación) a 5 años el 21 de diciembre a la 19:00 horas (CET).

También se publicará una serie de datos económicos, incluida la lectura definitiva del PIB del tercer trimestre y la lectura de noviembre del PCE. Todo apunta a que el PCE mostrará que la inflación se moderó de nuevo en noviembre hasta el 2,8% interanual, por debajo del 3,0% del mes pasado, mientras que se espera que la lectura subyacente suba un 3,3% en noviembre, por debajo del 3,5% de octubre.

La caída de la inflación resulta interesante porque lo que ha impulsado al mercado aparte de los aspectos mecánicos que hemos discutido hasta la saciedad durante las últimas siete semanas me hace creer que el repunte se ha construido como un castillo de naipes debido a las múltiples expansiones.

A pesar del repunte, las expectativas de beneficios no han aumentado. Han descendido desde el 31 de octubre, cuando las estimaciones sobre el S&P 500 para 2024 se situaban en 242,67 dólares y, a 15 de diciembre, en 241,71 dólares, mientras que las previsiones para el cuarto trimestre de 2023 han continuado su descenso de 56,15 dólares a 54,72 dólares por acción.