¿Qué sabemos de las criptomonedas tras su primera pandemia?

 | 26.03.2021 10:47

(Artículo elaborado por Javier Castro-Acuña, business controller de Bitnovo)

Se ha cumplido el primer aniversario de la penúltima vez que muchos volvieron a dar por muertos a bitcoin y al resto de criptomonedas. El descalabro bursátil producido por el comienzo de la pandemia afectó a todos los mercados y repercutió especialmente en el de las criptomonedas. Entre el 12 y el 13 de marzo de 2020 y agravado por una crisis de liquidez, se produjeron caídas en la valoración cercanas al 50%. Aquella madrugada bitcoin tocó los 3.600 dólares en algunas casas de cambio. Hoy cotiza por encima de los 50.000 dólares, habiendo superado puntualmente los 60.000.

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¿Qué ha pasado en este último año?/h2

Un conjunto de factores ha tenido como consecuencia este incremento del precio del bitcoin, para muchos sorprendente, desmesurado y exageradamente veloz:

1. El principal factor ha sido la entrada de inversores institucionales. La escalada de precio de finales de 2017 fue generada por pequeños inversores, muchos de los cuales se subieron a una ola no porque tuvieran conocimiento de la tecnología subyacente, sino arrastrados por una corriente especulativa que los llevó a pensar que iban a multiplicar su dinero de manera fácil. Más de tres años después, sólo los pocos que tuvieron paciencia la han visto recompensada, virtud que en la mayoría de los casos venía dada por saber dónde estaban invirtiendo, tener fe en las posibilidades que esta tecnología ofrece, aparte de por supuesto solo invertir lo que no necesitaban y se podían permitir perder.

Ahora una buena parte del volumen viene de la mano de grandes empresas y corporaciones, que ven a bitcoin y otros criptoactivos no sólo como un refugio o como una reserva de valor y que algunas ya recomiendan para diversificar portfolios, sino como una posibilidad real de estar ante una evolución del dinero tal y como lo conocíamos, una nueva forma de almacenar y transmitir valor. MicroStrategy, Square (NYSE:SQ), Tesla (NASDAQ:TSLA), Paypal (NASDAQ:PYPL) o Visa (NYSE:V) son ejemplos de empresas tecnológicas que quizá estén adelantándose a este cambio de paradigma, unas para directamente invertir y otras para incorporarlas en sus operaciones.